El primer ministro de Gran Bretaña, Boris Johnson, ha aceptado renunciar al cargo. De esta forma, puso fin a una crisis política sin precedentes en torno a su futuro que ha paralizado el gobierno británico.
Un funcionario de la oficina de Johnson en Downing Street confirmó que el mandatario anunciaría más tarde su renuncia. El funcionario habló bajo condición de anonimato porque aún no se había hecho el anuncio oficial.
Johnson había resistido las peticiones de su gobierno de que se marchara tras una serie de escándalos de ética. Finalmente, con la presión cedió después de que más de 40 miembros del gobierno abandonaran y le dijeran que renunciara.
Johnson, de 58 años, es conocido por salir bien librado de situaciones complicadas. Se había mantenido en el poder pese a las acusaciones de que era demasiado cercano a donantes del partido, de que protegió a aliados de acusaciones de acoso y corrupción y de que mintió al Parlamento y fue deshonesto con el público sobre las fiestas de oficina del gobierno que incumplieron las normas de confinamiento de la pandemia.