Con una ceremonia formal en el teatro municipal de Rio y la presencia de autoridades brasileñas, internacionales y de la UNESCO empezó oficialmente el domingo la sexta edición del Foro Mundial de la Ciencia, dedicada al desarrollo sostenible, que tiene lugar por primera vez fuera de Budapest.
Rio de Janeiro se convierte de esta forma en la capital mundial de la ciencia durante cuatro días, como "parte de la estrategia para distribuir los logros científicos y convertirlo en un esfuerzo verdaderamente global", destacó Jacob Palis, presidente de la Academia Brasileña de Ciencias (ABC), la institución que tomó el liderazgo en la organización del evento y ejerció un papel clave en traerlo hasta este lado del mundo.
Jordania será el segundo país no europeo en organizarlo en 2017, según anunció este domingo József Pálinkás, presidente de la Academia Húngara de Ciencias, tras la edición de 2015 que retornará a Budapest, donde tuvieron lugar los cinco anteriores encuentros, iniciados en 2003.
La elección de Brasil como sede de este foro que pretende ser un "Davos" en el desarrollo de políticas científicas para lidiar con problemas globales supone también una reafirmación de los logros de la ciencia en Brasil, declaró por su parte el Ministro de Ciencia y Tecnología anfitrión Marco Antonio Raupp, para quien la ciencia en su país se encuentra "en los primeros estados de la adultez, tras haber superado la adolescencia, pero todavía en estado de crecimiento".
En el acto también estuvo presente el vicepresidente de Brasil, Michel Termer, como representante de la presidenta Dilma Roussef .
La directora general de la UNESCO, Irina Bokova, entregó además durante la ceremonia el premio Sultan Qabus para la preservación del Medio Ambiente a las organizaciones National Forest Holding "State Forest" de Polonia y a la Wild Life at Risk Protection Organisation de Sudáfrica, y el premio Kalinga de Divulgación Científica al profesor chino Xiangyi Li.
El foro tratará temas como la cooperación y seguridad para el suministro del agua, la tecnología para la reducción de los riesgos y daños derivados de catástrofes naturales, el papel de los océanos o cómo lograr la implicación y contar con más jóvenes científicos, entre otros.
Está organizado por la ABC, en colaboración con la Academia Húngara de Ciencias, la UNESCO, el Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU, la Academia Europea de Ciencia (EASAC) y la Asociación Estadounidense para el Progreso de la Ciencia (AAAS).