¿Saben los padres de familia que es el matoneo? ¿Cómo detectar un caso de hostigamiento escolar en sus hijos? ¿Qué hacer en caso de padecerlo? LA NACIÓN y la Usco inician Conéctate a la educación ¿Saben los padres de familia que es el matoneo? ¿Cómo detectar un caso de hostigamiento escolar en sus hijos? ¿Qué hacer en caso de padecerlo? LA NACIÓN y la Usco inician Conéctate a la educación, un proyecto periodístico que busca analizar el panorama de la educación en el Huila, sus mitos y realidades. Esta primera entrega hace parte del tema: convivencia estudiantil: problemáticas y propuestas. Miguel Cabezas Gómez Tania Noreña Arias LA NACION, USCO Pablo* guarda los útiles escolares en su maleta más animado que nunca. Acaba de hacer tareas y, aunque es el ‘nuevo’ de la clase, ocupar el primer lugar en rendimiento académico es su meta principal. Lo fue en su colegio anterior.
Hace un mes la situación era distinta: Pablo no quería salir de su casa, el espacio reducido de su habitación era el único que le proporcionaba seguridad, lloraba todos los días, se deprimía constantemente. El entusiasmo y alborozo propios de un niño de 11 años se hallaban ocultos bajo una gruesa capa de miedo. Mercedes*, inconsciente del ambiente angustiante en el que se encontraba su hijo, no lograba dar solución a sus problemas. Las reprimendas ante la negativa de este para asistir a clase, solo sirvieron para profundizar el malestar y agravar la situación. Lo que le tomó un tiempo comprender a Mercedes, fue que su hijo estaba siendo víctima de un fenómeno que por mucho tiempo ha pasado inadvertido entre la población estudiantil, y que ahora es analizado con lupa por expertos debido a las consecuencias –en algunos casos fatales- que están generando en los niños y jóvenes. Pablo estaba siendo víctima de acoso escolar; término que en los medios actuales se ha popularizado como bullying o matoneo. De la recocha al acoso La pesadilla para Pablo inició con las habituales bromas escolares que se hacen de acuerdo a la particularidad física o nominal de la víctima. Su caso, empezó con chanzas sobre su apellido, que de a poco se recrudecieron hasta convertirse en agresiones físicas, hostigamientos y amenazas directas. En una ocasión logró escapar de un intento de encierro en uno de los baños del colegio, otras veces regresaba a su casa con los cuadernos desbaratados. La peor, el día en que un compañero de clase lo amenazó con enterrarle un lápiz en la espalda. Afortunadamente no pasó del amago, pero fue suficiente para que las ganas de estudiar se perdieran, bajara su rendimiento académico, y comenzara un camino de oscuridad y depresión que llevó a toda su familia buscar la ayuda pertinente que diera solución a este problema. Indiferencia La primera solución que halló Mercedes fue cambiar a su hijo de salón. Para tal fin, sostiene que siguió el conducto regular en la institución educativa, ubicada al norte de la ciudad. Después de hablar con el Coordinador Académico, Psicoorientadora, y finalmente con el Rector, encontró una respuesta negativa: no era posible cambiarlo de salón, además –advertía el Director- le sugiere al estudiante que se defienda, que deje de ser tan ‘niñita’ y actúe como ‘varón’ cuando le sucedan estos impases. Ante el panorama de indiferencia reflejado por el colegio, y los síntomas cada vez más graves de Pablo –llegaba a vomitar cuando sabía que era la hora de ir a clases- Mercedes decidió acudir a un profesional para que valorara la condición del niño. El informe psicológico de Uniterapias, centro médico donde atendieron el caso de Pablo, realizado por la doctora Yulli Catherine Salazar Cortés, concluía con una recomendación categórica: Se sugiere cambiar al niño Pablo de salón o en su defecto de colegio, esto con el fin de un buen desarrollo de sus actividades académicas y en pro del bienestar físico y psicológico. Estaba claro: Pablo no podía continuar en ese salón, nada garantizaba que su salud emocional le permitiera adelantar sus estudios y mantener su rendimiento. Ayuda ‘divina’ La falta de apoyo por parte de la institución educativa, y los escasos ingresos de Mercedes impidieron que Pablo fuera tratado a fondo por profesionales en el campo. Sin embargo, la solución emocional que encontraron vino de grupos de oración y terapias espirituales que, asegura Mercedes, devolvieron la vivacidad y energías perdidas en su hijo. Con ayuda de su familia, Mercedes logró reunir unos recursos y matricular a Pablo en un colegio privado que le aceptó debido a su buen rendimiento académico. Su historia la comparte para destacar la importancia de atender las pequeñas señales en sus hijos, lo importante de la prevención, y llamar la atención a colegios y centros educativos para que presten más atención a las prácticas de sus estudiantes y tomen medidas a tiempo para evitar futuras tragedias. Por ahora Pablo estrena cuadernos, uniforme y energías para continuar con su meta de ser el mejor de su salón. ¿Qué es el Bullying o matoneo? Casos como el de Pablo pasan silenciosos por las instituciones educativas. El componente cultural arraigado en la sociedad esconde amenazas cada vez más frecuentes, bajo la idea de que el estudiante no ‘se la deje montar’ por sus compañeros de clase. La Doctora Pilar Arroyave, psiquiatra de niños y adolescentes y profesora de las Universidades CES y Antioquia en Medellín, define en su ponencia Factores de vulnerabilidad y riesgo asociados al bullying el siguiente concepto sobre bullying: “El término bullying quiere decir acoso. Otra palabra comúnmente utilizada para referirse a este fenómeno es matoneo, extraída de la palabra matón y hace referencia a intimidación o intimidar. …El acoso escolar hace referencia a una forma de agresión en la que interviene alguien que agrede, alguien que es agredido y los testigos en general. Por lo general, cuando se presenta, se hace evidente que la habilidad para la resolución de problemas está comprometida”. Vacío en la norma Uno de los problemas que enfrentan los colegios para prevenir este fenómeno es la falta de legislación al respecto. Hace tres años se radicó en la Cámara de Representantes el Proyecto de Ley 064 de 2009, que pretendía entre otras cosas modificar el Artículo 43 del Código de Infancia y Adolescencia, con el ánimo de dotar a las instituciones educativas de herramientas jurídicas para: garantizar a niños, niñas y adolescentes de colegios públicos y privados el respeto a su dignidad, vida, integridad física y moral dentro de la convivencia escolar. Es decir, facultaba cambios en los manuales de convivencia para integrar planes de prevención de violencia escolar. Dicho proyecto fue archivado por vencimiento de términos. Contexto local: datos incipientes y planes de acción En Colombia el tema apenas empieza a ser analizado, y aunque en las ciudades capitales más importantes ya se ubican algunas cifras, en Neiva el rastreo es más difícil, lo que imposibilita dar una cifra exacta de casos reportados. Zoilo Chaux Jaramillo, Vicepresidente de la Confederación de Padres de Familia del Huila advierte que las situaciones de matoneo en la región son exiguas, los incidentes que se presentan son todavía más de “recocha” que de amenazas directas. Lo mismo asegura José Ariel Espítia, Rector de la institución educativa Atanasio Girardot “la Secretaría de Educación nos pidió a los rectores pasar un reporte sobre casos de matoneo y violencia escolar. A pesar de las dificultades que se presentan con la problemática de los jóvenes, estos casos de matoneo no son frecuentes en los establecimientos educativos”. En la Secretaría de Educación Municipal se desarrolla un Programa de Orientación Escolar Psicosocial, dentro del marco de Política Pública de Infancia y Adolescencia y el Plan de Desarrollo Educativo de la Alcaldía, liderado por la Doctora María Yanira Gutiérrez, coordinadora de programas transversales y articulación de la política educativa de infancia y adolescencia de dicho despacho. La funcionaria destacó la ejecución de acciones con estudiantes, docentes, directivos y padres de familia, encaminadas a la actualización, capacitación y acompañamiento de procesos pedagógicos, así como la articulación interinstitucional con la Policía de Infancia, la Secretaría de Salud, Comisaría de Familia, en el desarrollo de talleres de prevención e información del flagelo en mención. Uno de los objetivos es establecer un panorama más amplio y medible de este fenómeno, para crear estrategias que permitan atacarlo de manera efectiva. La Personería Municipal, como entidad pública que promueve el cumplimento de los derechos humanos adelanta también acciones de intervención en casos de violencia escolar. Manuel Arturo Ortiz, Personero Delegado de la Penal indica el trabajo que se viene haciendo desde la corporación: “a partir de las audiencias de infancia y adolescencia a las que asistimos frecuentemente, nosotros desde la personería entramos a intervenir en las diferentes instituciones desde un enfoque preventivo y formativo que busca brindar un acompañamiento a estudiantes, educadores y a padres de familia para que puedan capacitarse en los diferentes comportamientos que son considerados como actos delictivos ante la ley, a su vez los hacemos conocedores de los diferentes organismos a los cuales pueden acudir en caso de denuncia”. Conclusiones La ponencia de la Doctora Arroyave concluye que se deben “implementar en los colegios medidas de detección para tener una remisión pronta y así evitar el acoso escolar. Aunque, cada vez más, los colegios implementan medidas anti-acoso escolar, muchas veces la escuela o los padres no hacen nada frente al conflicto, pensando que se va a resolver solo, pero la evidencia muestra que no sólo no se detiene sino que evoluciona a otros asuntos tal vez más permanentes y graves; es así como de la población de niños y adolescentes involucrados en situaciones de bullying, un28% mantiene los efectos psicopatológicos 10 años después de salir del colegio”. Para que se tomen los correctivos necesarios se debe no solo esperar la ejecución de los planes y programas propuestos por el ente gubernamental, la función de los padres es vital, la correlación escuela-hogar debe sincronizarse detalladamente. El diálogo y seguimiento a las conductas de los estudiantes se hace preponderante. De ello dependerá que el presente y futuro inmediato de la población estudiantil se construya con bases de tolerancia y respeto por el otro, y la palabra víctima desaparezca de una vez por todas del escenario educativo de la región. *Los nombres han sido cambiados para proteger la identidad de los protagonistas. Envíenos sus dudas o sugerencias al correo: conectaeducacion2012@gmail.com Como detectar el acoso entre pares Si es intimidado: – Llega a la casa con sus pertenencias dañadas o rotas. – No pasa tiempo con sus compañeros fuera del colegio. – No quiere hacer fiestas por temor a que nadie asista. – Es tímido o retraído. – Reacciona llorando o alejándose, generalmente, frente a situaciones de conflicto. – Es hiperactivo e inquieto. Si intimida: – Le gusta hacer bromas pesadas, poner apodos o humillar a otros. – Suele insultar o agredir físicamente a otros niños. – Es más fuerte y grande que el resto de sus compañeros, posiblemente, si es hombre. – Si trata mal a otros, no se siente mal después. – Maltrata con frecuencia a los animales. Fuente: http://antibulling.blogspot.com/ Consecuencias del Bullying – La ideación e intento de suicidio que se presenta tanto en víctimas como en acosadores. – Ansiedad, principalmente fobias; siendo la fobia escolar la más usual. – Alteraciones en la conducta como llanto, pataleta, o quedarse en cama sin querer ir al colegio. – Se encuentran somatizaciones como vómito, diarrea, dolor abdominal y muscular. – Temor irracional a exponerse al colegio. – Depresión. – Cambios en los patrones de sueño y alimentación. Fuente: Arroyave, P. (2012). Factores de vulnerabilidad y riesgo asociados al bullying. Revista CES Psicología, 5(1), 118-125.