Los habitantes del barrio de la comuna Uno de la ciudad de Neiva, se quejaron de la inseguridad que se ha incrementado en el sector.
“Estamos cansados de la inseguridad que vivimos diariamente en nuestro barrio”, manifestaron los habitantes de ‘Camilo Torres’ ubicado en la comuna Uno de la ciudad de Neiva, indicando que la ola de delincuencia se ha incrementado en el sector.
El barrio se fundó hace aproximadamente 35 años, pero las zonas comunales para construir parques, casa comunal, polideportivo y parqueaderos, no se han adecuado, convirtiéndose en un espacio para el consumo de sustancias psicoactivas y el lugar predilecto para llevar basura.
“Provivienda construyó el barrio, pero no entregaron al municipio esos lotes y entonces hasta que no estén bajo el municipio, no puede hacer nada la Alcaldía para adecuarlos, eso ha sido una lucha constante para nosotros, porque aún no hemos logrado que esos terrenos pasen a propiedad del municipio y así poder aprovecharlos como se debe porque están como zona comunal, pero así mientras tanto no se puede hacer nada”, señaló Rosario Astrid Tamayo, edil de la comuna Uno.
Estos lotes baldíos, ahora son foco para el incremento de la delincuencia, los robos están a la orden del día, por eso reclamaron que las autoridades municipales, trabajen para recuperar este sector y convertirlo en un espacio que pueda ser usado por la comunidad.
“Las vías también has han ayudado a pavimentar, porque el urbanizador no entregó carreteras, tampoco sardineles, ni áreas comunales y eso es lo que pasa y llevamos muchos años sin escenarios deportivos dignos, y la Alcaldía hasta ahora por eso no ha podido invertir en estas zonas comunales, pero esperamos que ese proceso acabe pronto en eso estamos”, dijo.
“Se han entregado algunas zonas comunales, porque ya otros presidentes de la Junta de Acción Comunal, han luchado y yo también he insistido, pero como se puede ver, faltan más”, agregó.
Aura Estela Bahamón, miembro de la JAC, también destacó que la inseguridad en el barrio es “el pan de cada día”.
“En horas de la noche o bien temprano en la mañana yo evito salir, porque me da miedo que me roben”, indicó Aura Estela Bahamón, miembro de la JAC.
Las luminarias son escasas y las que existen las han puesto los vecinos, en su afán por evitar que continúe creciendo la delincuencia en el barrio.
“Es que no tenemos derecho ni a una buena iluminación y el cuadrante no pasa seguido y están atracando todo el día con arma blanca, yo llamo todos los días y se entran a los negocios con armas, estamos desesperados. Vienen de otros barrios a consumir alucinógenos aquí y aunque se llama a la Policía el problema no se soluciona”, dijo Tamayo.
“Yo trato de mantener estas áreas limpias porque se había convertido en basurero y tuvimos que entre cuatro personas limpiar y no dejar que se acumule más basura en este sector del barrio, porque es un espacio bonito que se podría aprovechar de otra manera y no hemos podido hasta ahora”, agregó Bahamón.