Generan una profunda inquietud las cifras que ha consolidado Cotelco, el gremio que reúne a los hoteleros del país, sobre la ocupación en hoteles durante todo el 2023 en el departamento del Huila, una región que como es bien sabido atrae visitantes por sus emblemáticos lugares como el Desierto de La Tatacoa y el Parque Arqueológico del municipio de San Agustín, entre otros.
De acuerdo con el gremio, el nivel de ocupación hotelera en la región entre enero y diciembre del año pasado se ubicó en el 48.6% y tuvo una reducción de en promedio 20 puntos porcentuales con relación a la cifra de 2022. Y durante solamente el mes de diciembre el nivel fue del 38.9%, mientras que para la temporada decembrina comprendida entre el 22 de diciembre del 2023 y el siete de enero del 2024 cayó al 38.4%.
Las principales hipótesis del gremio hotelero para explicar esta gran contracción se relacionan con la desaceleración del Producto Interno Bruto del país, el Índice de Precios al Consumidor y la inseguridad, que “sin duda alguna, desde nuestro sentir, hicieron que los turistas se desplazaran a destinos que, en apariencia, son más seguros, porque sí se movilizó la gente, pero el impacto negativo en nuestro territorio fue muchísimo mayor al de por ejemplo Tolima, que son dos departamentos vecinos”.
Este es un asunto que se debe abordar con preocupación porque representa que la inseguridad, reflejada en las masacres, los casos de sicariato, los secuestros, las extorsiones y otros hechos cometidos por las disidencias de las Farc y otras bandas criminales, comienzan a impactar en el turismo huilense y por ende, en la industria que se mueve alrededor de la presencia de turistas nacionales y extranjeros.
Las cifras de Cotelco son el primer campanazo de alerta. Es obvio que si la seguridad se sigue deteriorando, nadie se va a atrever a visitar San Agustín, La Tatacoa, las Termales, los miradores o atractivos.
El gobernador Rodrigo Villalba y los alcaldes deben tomar atenta nota y están en sus manos hacer algo.