Sorprendidos quedaron los canoeros del Huila tras la cancelación del tradicional desfile acuático. Las pérdidas económicas por embarcación oscilarían entre los $3 y $5 millones. A pesar de advertir una protesta con las canoas frente a la Gobernación del Huila, la secretaria de Cultura, Betsabé Polania, dejó claro que la decisión ya está tomada y no hay vuelta de hoja. Fueron tres las razones que los llevaron a tomar la decisión.
Johan Eduardo Rojas López
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Molestos y sorprendidos quedaron los miembros del transporte Asofluvial del Huila, tras la intempestiva cancelación del desfile acuático dentro del marco del Festival del Bambuco de San Juan y San Pedro 2024.
Lenis Montenegro, representante legal de la empresa de transporte Asofluvial del Huila, señaló la preocupación que los embarga dadas las afectaciones económicas que se darían tras la suspensión de una de las actividades típicas y autóctonas de las festividades.
Manifestó estar en completo desacuerdo con esta decisión que, entre otras cosas, no fue socializada previamente con quienes durante años han venido recibiendo amablemente a las candidatas al Reinado Nacional del Bambuco. Y es que esto era de esperarse, pues como la mayoría de los sectores que aprovechan la temporada sampedrina para solventar gastos económicos, ellos estaban entusiasmados con ese recurso que se supondría llegaría en esta oportunidad.
“La verdad nosotros no fuimos informados por ningún ente o persona encargada del festival de la decisión de no realizar el desfile acuático. Por eso, yo hice el acercamiento a la oficina de Corposanpedro para hacer la averiguación y allí me indican que efectivamente no se iba a realizar el desfile acuático, lo cual nos cae como una sorpresa no agradable porque el transporte fluvial en temas turísticos aquí en Neiva espera solamente estas festividades para solventar un poco el sostenimiento de las empresas”, dijo Montenegro, quien recordó que esta era la única actividad en la que los tenían en cuenta y ellos se podían beneficiar.
Según el vocero, con esta decisión se estarían viendo afectados de manera directa 15 embarcaciones, de las cuales dependen muchas familias; sin contar los perjudicados indirectamente. Eso se vería reflejado en la pérdida económica de $3 a $5 millones por embarcación, rubro al que ingresaría lo aportado por las distintas entidades.
No hay justificación
El representante legal desvirtuó las razones argumentadas para LA NACIÓN por parte de la secretaria de Cultura, Betsabé Polanía, pues para él, el presupuesto, el riesgo por inseguridad y la conciencia ambiental, son temas que se pudieron abordar previamente.
Afirmó que, si se trataba de dinero debieron cancelar otras actividades con menor peso tradicional; en cuanto al riesgo por inseguridad deja claro que siempre se hacen una serie de estudios que han sido favorables, de allí que anualmente se pudiera realizar, además, que para eso está la Fuerza Pública; y finalmente, está de acuerdo con el tema de la conciencia ambiental, pero ese no es un tema del que se deba hablar a última hora y que sirva como argumento para cancelar el desfile.
“Esas no son causas justas para no realizar el desfile. En este momento nosotros que somos actores fluviales sabemos de las condiciones del río. En años anteriores, por la experiencia que tengo, sé que cuando se hace un contrato, dentro del mismo se dictan unas sugerencias y los dos años anteriores, estas se incumplieron. El cauce no sirvió no por nosotros, ni por el embalse, sino que la Gobernación del Huila no comunicó las medidas a Emgesa para que el flujo y cauce del agua sea acorde para realizar el desfile. Entonces la realidad es que no se hacen los procesos como se debe desde el interior de la administración departamental”, sostuvo.
Nuevo intento
Pero esto no es nuevo, pues en dos oportunidades anteriores existió una discusión parecida cuando se intentó cancelar el mismo desfile, sin embargo, en esos momentos no se logró suprimir la actividad precisamente porque irrumpe la tradición de las fiestas y el aprovechamiento de una de las zonas más emblemáticas de la ciudad.
Cabe decir que hasta último minuto y, a pesar de lo dicho por la Secretaria de Cultura a LA NACIÓN, ellos siguen esperanzados en que aún se pueda cambiar la programación para añadir el desfile acuático. Pero esto no será posible, o por lo menos, este año no. Por ello, advirtieron una protesta para ser escuchados y así no darle la espalda al río.
“Las programaciones siempre deben estar sujetas a cambios hasta último momento, pero en este año no tenemos un comunicado por parte de nadie para que nos expliquen qué sucedió y por qué no se comunicaron con nosotros. No sé si es por favores políticos o temas de fondo, porque todos sabemos que con esto se va matando la tradición”, concluyó Lenis Montenegro.
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Importancia del desfile
Ante esto el historiador, Reynel Salas Vargas, miembro de la Academia Huilense de Historia, detalló que las fiestas sampedrinas están íntimamente relacionadas con el ser cultural del huilense, es decir, son una manifestación de la forma de ser y de la manera en cómo el huilense celebra, la cual desde siempre ha estado ligada con el agua.
“Cuando se establecieron las fiestas aquí de manera oficial a partir de los años 60, se tuvo la precaución de que hubiese alguna actividad relacionada con el agua. En esa época había dos actividades, la primera era una competencia acuática para demostrar la habilidad de las personas en el manejo de las canoas y balsas. Pero muy poco después se incluyó dentro de la programación el desfile acuático con las candidatas al Reinado Nacional”, ahondó el historiador.
De acuerdo con Salas Vargas, lo anterior tenía dos propósitos básicos. El primero era justamente mantener el vínculo de la fiesta con el agua y, lo segundo, para direccionar a los ciudadanos hacia una mirada del recurso no solo ambiental, sino estético de la ciudad.
No obstante, el miembro de la Academia Huilense de Historia recordó el concepto que él ha desarrollo en donde explica que las fiestas oficiales nacen de la tradición cultural del huilense, pero no son manifestaciones culturales del mismo, dado que se han venido transformado continuamente a lo largo de los años, de hecho, consideró que paulatinamente se está acabando la importancia de los desfiles.
Hubo tres razones
Tras la controversia generada por esta decisión, la secretaria de Cultura, Betsabé Polania, salió al paso y expuso las tres razones que llevaron a dicha determinación. Esto luego de aclarar que la programación fue difundida desde hace varios meses y se organizó desde el mes de febrero, por tanto, les sorprende que “a esta hora nos digan los señores de las canoas que no se habían dado cuenta que se había sacado ese evento”.
El presupuesto, el riesgo por inseguridad y la conciencia ambiental, fueron los tres factores que influyeron en la cancelación del desfile.
Primera razón
“Recuerden que estábamos también en ese proceso de aprobación del Plan de Desarrollo, o sea nosotros no contábamos con un recurso que nos posibilitara desarrollar absolutamente toda la programación, por eso, teníamos que revisar programaciones donde había poca participación como pasa con el desfile acuático que históricamente se ha venido haciendo, pero que en los últimos años ha habido poca asistencia. Hasta la semana pasada la Asamblea aprobó el Plan de Desarrollo, es decir, que no había garantía económica”, informó la secretaria de Cultura.
Segunda razón
Según la jefe de la cartera, esta decisión fue tomada por un equipo de expertos y dentro de eso, se incluye el segundo motivo y es que, “hicimos un análisis de la zona y el riesgo que hay en las laderas del río Magdalena precisamente por la situación social que se ha presentado y que hasta tanto nosotros no tengamos buenas condiciones en ese escenario o espacio, no podemos invitar a un desfile acuático a visitantes y a nuestra gente a que disfrute de una actividad donde no hay garantías de seguridad y la condición que en este momento está, pues lógicamente no es la que se debe ofrecer. Entonces, toca pensar en brindarle seguridad a quienes visitan ese desfile acuático, quienes están haciendo el trabajo que son los canoeros y desde luego nosotros, los que nos gustaba ir”.
Tercera razón
El último motivo que, según la administración departamental, impidió la realización del desfile es por la necesidad de hacer conciencia ambiental sobre todos los afluentes que hay. “No lo podemos afectar sin garantizar que se proteja y se cuide nuestro río, pues desde luego no podemos seguir arriesgando nuestros afluentes como el río Magdalena. Pienso yo que ese desfile hay que pensarlo mejor, hay que brindar garantías de seguridad desde el Gobierno Departamental, propiamente desde Cultura y dé satisfacción completa para quienes vayan a disfrutar de este bello desfile que antes era muy bonito y no había ninguna dificultad, pero eso cambio”, precisó.
Quizás en otras versiones
Teniendo en cuenta estos tres puntos, abrió la puerta para que durante el gobierno de Rodrigo Villalba Mosquera, se piense en reactivar el desfile y enfatizó en que en esta oportunidad no será, entre otras cosas, porque ya fue entregado el acto administrativo al operador, es decir, Corposanpedro. Igualmente, aclaró que no se suprimió ninguna actividad por otra, pues la Gobernación de Huila, solo realizará tres desfiles que incluye dos cabalgatas.
“Tengamos paciencia. No había recursos, pero queremos a ellos también brindarles condiciones dignas para que sean los que nos presten ese servicio a las reinas para que se haga ese desfile más adelante. Toca tener paciencia y para el año entrante posiblemente lo haremos”, puntualizó la funcionaria pública, quien añadió que se reunirá con Tania Peñafiel, secretaria de Cultura de Neiva, para ver qué se puede hacer para ayudar a los perjudicados.