Estas son algunas de las cartas que han enviado los lectores del Diario LA NACIÓN.
“Totalmente consternado me encuentro al leer en el periódico LA NACIÓN noticias sobre violaciones de niños, que no solo ocurren en el país sino en el Huila, en Neiva. Es aterrador ver casi que a diario información sobre estos aberrantes casos. ¿En qué clase de sociedad es en la que vivimos? ¿Qué puede pasar por la cabeza de un adulto cuando decide abusar de un niño? Son inquietudes que me hago una y otra vez, y por más de que trate de hallarle alguna lógica, no la encuentro. Me entristece este panorama que cada día se pone más oscuro para nuestros menores. #NiunaMas #NiunoMas”.
Álvaro José Cadena Forero
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“Quiero felicitar al periodista Ricardo Areiza por esa serie de informes investigativos que a diario publica en LA NACIÓN. Alguna vez otro lector escribió que la labor de los periodistas no debe ser la de replicar lo que producen las instituciones, sino la de cuestionar e incomodar a todas esas personas y entidades que se roban los dineros públicos para aumentar sus arcas y darse la gran vida. Cuánta razón tiene. Si bien es cierto que no está de más enterarse de otros acontecimientos regionales, saber qué está haciendo la institucionalidad, es aún más importante saber en qué están fallando, qué se está dejando de hacer, o haciendo mal, porque al fin y al cabo todos los funcionarios públicos deben rendirle cuentas a la comunidad, es ella la que los ha puesto en el poder”.
Samuel Garrido Arteaga
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“Señora gerente, apelaré en este escrito a mi espiritualidad, a mi fe católica, para pedirle a Dios por la juventud que cada día parece más perdida. Preocupante resulta este juego llamado ‘La Ballena Azul’ que propicia el suicidio entre adolescentes, por este motivo hago un llamado a los padres de familia para que estemos más pendientes de nuestros hijos. Es cierto que los tiempos cambian y van de prisa, que ya las mamás no podemos darnos el lujo de permanecer en casa esperando a un marido que provea con todo en el hogar, pero procuremos optimizar nuestro tiempo con los chicos, no está de más supervisarlos y reprenderlos cuando amerite el caso. Que nuestro afán por solucionar las necesidades económicas no nos desvíe de rol de padres de familia”.
Blanca Stella Durán de Trujillo