Un actor que posa desnudo con una imagen del “Cristo Crucificado” de Velázquez, famosas vestidas de monjas sexy con zapatos de talón y un Jesucristo tatuado: dos provocadoras exposiciones fotográficas desataron la ira de los católicos en España, que denuncian una blasfemia. Monjas sexy y Jesucristo tatuado MADRID (AFP) Un actor que posa desnudo con una imagen del “Cristo Crucificado” de Velázquez, famosas vestidas de monjas sexy con zapatos de talón y un Jesucristo tatuado: dos provocadoras exposiciones fotográficas desataron la ira de los católicos en España, que denuncian una blasfemia. La muestra que provocó más revuelo fue “Obscenity”, que presenta desde el jueves unas 50 fotografías del canadiense Bruce LaBruce en una pequeña galería de Madrid. Especialista del cine trash y del porno homosexual, LaBruce fotografía entre otras a Rossy de Palma, una de las actrices fetiches del cineasta español Pedro Almodóvar. En una de las imágenes, aparece con mirada lasciva, vistiendo un hábito de monja blanco y negro que se completa con un corsé transparente de marcado escote. La cantante Alaska, icono de la ‘movida madrileña’, es retratada como una santa libidinosa y supermaquillada, enfundada en un ajustado vestido de cuero negro, con la boca abierta y una hostia sobre la lengua. La artista posó también en compañía de su marido, el cantante Mario Vaquerizo, representando una escena que recuerda a la Piedad de Miguel Angel. Ambos vestidos de negro, Vaquerizo, con el torno desnudo, reposa su rostro sobre los prominentes pechos de Alaska representada como una virgen con medias de rejilla y zapatos de tacón. Estas imágenes provocaron la ira de asociaciones católicas como Apostolado Eucarístico o ultraconservadoras como HazteOir o MasLibre.org, que reivindica 300.000 miembros. “La provocación blasfematoria amenaza de nuevo”, se indignó HazteOir en su web oficial. Esta asociación denuncia unos “ángeles de estética gay que invitan a la lujuria, monjas lascivas que posan en ropa interior, saborean crucifijos o sostienen entre sus pechos a un yaciente Cristo tatuado”. Apostolado Eucarístico llamó a una manifestación para el viernes por la noche frente a la galería para protestar “contra la blasfemia” y “en defensa de nuestras raíces cristianas y la fe católica”. Por su parte, la Fundación Franco, que defiende la memoria del dictador fallecido en 1975, fustigó una “exposición de la injuria” y “un ataque virulento y mórbido hacia la religión católica”. Críticas que Bruce LaBruce borró de un plumazo. “¿Cómo pueden los fascistas aspirar a una autoridad moral de cualquier tipo?”, declaró el artista a la AFP. “Obscenity” no tiene que ser “sexualmente explícita para ser obscena, ni tampoco depende de la vulgaridad o de lo extremo”, explicó el fotógrafo en la web de La Fresh Gallery. Porque “las vidas de los santos están llenas de actos extáticos y sublimada sexualidad que se expresan de las formas más perversas y sexuales”, agregó. Nacido el 3 enero de 1964, LaBruce ya fue varias veces censurado. Una muestra suya de 400 instantáneas expuesta en 2001 en Portugal había sido confiscada y prohibida a su regreso a Canadá. A finales de enero, otra fotografía del artista español Sergio Parra, integrada en su exposición “Camerinos”, expuesta hasta el 26 de febrero a Madrid, provocó la ira de MasLibre.org. La imagen muestra a un actor desnudo que se cubre las partes íntimas con una imagen del “Cristo Crucificado” de Velázquez. Valiéndose de una petición con más de 40.000 firmas y llamamientos a protestar frente al ayuntamiento de Madrid, la asociación exigía la retirada urgente de la fotografía. Pero sus esfuerzos fueron en vano. El responsable de Arte de la alcaldía madrileña, Fernando Villalonga, rechazó toda censura, afirmando no querer entrar en un “juego de provocación”.