En la sala de observación pediátrica de la unidad de urgencias de la clínica Mediláser de Neiva permanece internado el niño Frankistán Yulián Vargas Anturi, remitido a la ciudad luego de caer del cuarto piso del Hospital María Inmaculada de Florencia. El pequeño subió a una de las rejas de las ventanas de una habitación con tan mala suerte que se desprendió y cayó.
La coordinadora médica, Ana Margarita Arias Rojas, indicó que el estado del menor es estable y presenta una favorable evolución.
“El diagnóstico del niño es de un trauma intracraneal y un hematoma epidural que no es quirúrgica. Permanece hospitalizado en la unidad de observación pediátrica de urgencias, su estado es estable. Afortunadamente ha evolucionado de una forma satisfactoria. Su evolución neurológica ha sido favorable”, dijo.
Y agregó que es casi un milagro lo sucedido, que el niño siga con vida. “La caída desde un cuarto piso es un accidente grave, que pudo haber terminado en una condición lamentable para el paciente”.
Los hechos
El pequeño, de cinco años de edad, residente en el barrio La Ciudadela de la capital del Caquetá, había sido ingresado al Hospital María Inmaculada de Florencia el pasado miércoles 10 de febrero, debido a una inflamación que presentaba en uno de los codos, tras caerse de una bicicleta cuando jugaba con algunos amigos.
“Se cayó de una bicicleta, se raspó el codo, pero la herida sanó en falso, se le hinchó y le salió materia. Lo llevé al médico y lo dejaron internado para tratarlo con medicamentos. Estábamos en la habitación 402, que era compartida con otros dos niños”, señaló Alexandra Anturi Medina, madre del pequeño.
Después de evolucionar con el tratamiento, sufrió un terrible accidente el día domingo 14 de febrero, a las 8:30 de la noche. La mamá tuvo que ausentarse de la habitación, debido a que uno de sus familiares, quien hasta el momento iba todos los días a recoger la ropa sucia para lavarla, no le fue permitido el ingreso por parte del vigilante, por lo que la mujer debió bajar a entregarla.
“Yo le dije a Yulián que se quedara juicioso, que yo bajaba a entregar la ropa y volvía a subir. Cuando bajé a entregar eso vi que el niño estaba asomado en la ventana, pero no me preocupé porque tenía reja, sin embargo le hice señas de que me esperara”, explicó la mujer.
La reja falló
De un momento a otro Alexandra escuchó un fuerte sonido y cuando volteó a ver a la ventana, ya no vio la reja, ni a su hijo. Corrió de inmediato a buscarlo entre los arbustos, donde se suponía había caído. Personas que estaban cerca se agolparon en el lugar, mientras que el familiar del menor lo levantó y subió en una camilla que un enfermero había llevado.
“Yo del susto no veía al niño, me imaginé lo peor. Al niño le iban a dar la salida, pero por una firma de un funcionario no lo dejaron salir”, recuerda.
Al parecer, el menor, quien se había sujetado a los abarrotes de la gran reja de la ventana, provocó con su peso y el mal estado que se zafara, sin darle tiempo para reaccionar, por lo que cayó desde el cuarto piso.
Reacciones
Una vez se tuvo conocimiento del accidente, la Defensoría del Pueblo de Florencia, a cargo de Gerney Calderón, envió una comisión de varios de funcionarios para indagar sobre las posibles causas del hecho.
Según la funcionaria, se pudo establecer que el sistema de enrejado del hospital en los pisos tres y cuatro, presenta envejecimiento y faltan algunos tornillos y otros elementos.
Por su parte el Ministerio Público solicitará a los entes de control la apertura de una investigación para poder determinar el grado de responsabilidades que existen en el incidente. La solicitud de investigación inicialmente cobijará a los funcionarios del área de Pediatría del Hospital que hacían parte del turno donde sucedieron los hechos, el médico de turno y cinco enfermeras auxiliares.
Alexandra Anturi Medina, progenitora del menor.
De esta ventana del Hospital María Inmaculada cayó el niño, que había sido ingresado después de accidentarse en una bicleta.
Ana Margarita Arias Rojas, coordinadora médica de la clínica Medilaser.