Trujillo estuvo en Neiva acompañando a los candidatos a las diferentes corporaciones que tienen el aval de la colectividad en el departamento del Huila.
En diálogo con LA NACIÓN, también se refirió al proceso de paz y los hechos que se registran en la frontera colombo venezolana. Criticó la posición del gobierno del presidente Santos frente al tema. Pero llamó a apoyar las medidas que se están tomando, aunque tardías, según dijo.
¿Qué panorama ve para el Centro Democrático en estas elecciones?
Para mí es perfectamente claro que el Centro Democrático es el único partido que más crecerá en las elecciones del 25 de octubre. Ese fenómeno se va a presentar en todo el país y naturalmente tendrá una manifestación contundente en el Huila. Estoy optimista con ese resultado en el Huila porque en este departamento hay gratitud, cariño y un inmenso respaldo por el ex presidente Uribe y ello llevará que las mayorías respalden a los candidatos nuestros.
¿Qué tienen de particular estas elecciones?
Lo más importante es que participa por primera vez una fuerza de oposición. El Centro Democrático tiene un gran significado para la vida democrática del país. Y ello se refleja no solo en lo que ha sido el resultado de las primeras participaciones electorales sino en la manera como los planteamientos que hemos venido haciendo, han sido acogidos por la inmensa mayoría de los colombianos. Así que en las próximas elecciones quedará consolidada en el orden regional, una nueva fuerza de oposición democrática.
Pero hay quienes dicen que es diferente la influencia de Uribe en una campaña presidencial que en las regionales donde las cosas son más de personas y partidos…
Eso ha sido tradicionalmente cierto pero el Centro Democrático tiene una particularidad natural donde todo el mundo reconoce el liderazgo del ex presidente Uribe. Pero de igual manera los colombianos reconocen lo que es la columna vertebral programática del partido. Es decir la seguridad, promoción de la inversión, la cohesión social, de un estado austero y el diálogo popular. Eso es lo que requiere un departamento como el Huila. Por esa razón los huilenses votarán mayoritariamente por los candidatos de Uribe.
La seguridad en regiones como el Huila ha desmejorado ostensiblemente, ¿se refiere usted a panoramas como ese?
Por esa razón los huilenses votarán mayoritariamente por aquellos candidatos que se comprometan con un esfuerzo grande de recuperación de la seguridad. Y quienes tienen el respaldo político y la experiencia en esa materia son los candidatos del Centro Democrático.
¿Cuál debe ser el perfil de los candidatos del Centro Democrático a gobernación, alcaldías, concejos y Asamblea?
Hombres y mujeres comprometidos con la seguridad, con el estímulo a la inversión, con la cohesión social, la austeridad, la transparencia así como con el diálogo popular.
¿Eso representan Germán Bahamón a la Alcaldía de Neiva y Rigoberto Ciceri a la gobernación?
No tengo la menor duda de que ambos reúnen esas condiciones de que son auténticos voceros de la propuesta del Centro Democrático. Son además, candidatos transparentes, probados en la administración, con sus manos limpias, con conocimiento de la gente y con unos deseos inmensos de servirles a sus conciudadanos.
Proceso de paz
¿Qué momento vive el proceso de paz?
Un momento muy difícil, hay incertidumbre con lo que pueda pasar en La Habana y personalmente creo que el proceso tiene dos desafíos centrales. El primero es que se pueda adelantar y para eso se requiere la cesación unilateral de acciones criminales por parte delas Farc con una verificación sólida y capaz, con mucho músculo político y económico. Un segundo desafío consiste en que si en efecto se llega a unos acuerdos, deben ser sostenibles desde el punto de vista jurídico y político. Se requiere que haya un adecuado equilibrio entre justicia y paz, en cuanto a lo jurídico. Y en lo político, se necesita de un mecanismo que permita la manifestación técnica de la gente con respecto de aprobar o no, los acuerdos de La Habana.
¿Le ve cara a que todo eso se cumpla?
El desafío del cese unilateral todavía es muy frágil porque no hay un mecanismo de verificación ni concentración. En lo que tiene que ver con justicia todavía no es sólido, y tengo un gran temor. En mi opinión el obstáculo radica en que las Farc sostienen que ellos que han sido perseguidos durante tantos años no los pueden investigar ni juzgar. Sostienen que no puede haber justicia penal si no una justicia fundamentada en la verdad, de la cual emergerá que aquí todo el mundo es responsable de todo y por tanto nadie es responsable de nada. Lo que las Farc buscan es que se legitime toda su acción criminal durante 50 años y eso es inaceptable. Esta sociedad está dispuesta a ser generosa como tantas veces en el pasado pero tiene que haber investigación, juicio, castigo y penas privativas de la libertad. De lo contrario un acuerdo no sería sostenible ni jurídica, ni políticamente.
¿Usted cree que un estado como Venezuela que ha causado una situación como la que se vive en la frontera, es verdaderamente un garante del proceso de paz?
De ninguna manera. No hay ninguna razón, en las circunstancias actuales para que la dictadura de Maduro continúe jugando un papel a cualquier título, del proceso de paz. Una de las consecuencias de la agresión de su régimen debe ser que el gobierno suspenda la participación de éste, en el proceso de conversaciones en La Habana.
¿Se le salió de las manos a Santos el tema de la frontera con Venezuela?
Claro que sí. El gran error es creer que diplomacia es guardar silencio frente al agresor mientras simultáneamente se le pide prudencia al agredido. El gobierno Santos cometió ese error y de ahí la situación que ahora estamos padeciendo. Hay que reconocer que así sea de manera tardía, las medidas que está tomando el presidente Santos son correctas y hay que apoyarlas.
