La Nación
Clima, sequía, inundaciones, supervivencia y poder 1 19 octubre, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Clima, sequía, inundaciones, supervivencia y poder

El desorden climático presente en todo el planeta, es consecuencia de acciones y decisiones de los humanos, sobre la naturaleza. Las causas fundamentales del problema climático, están identificadas. Las consecuencias y efectos son evidentes, pero por la actitud y posición, ante la amenaza, de gobiernos, organismos internacionales y nacionales, dirigentes, empresarios y comunidad en general, se puede concluir que prefieren ignorarlas, en aras de proteger sus propios interés económicos, por ignorancia, por sobre  todos los derechos sociales, incluida la vida.

Investigaciones señalan que los mayores registros de temperatura ambiente, se ubican entre 2000-2023. Que tales registros son cada año mayores en intensidad y frecuencia, durante los últimos 160 años. Que las últimas cuatro décadas registraron ascensos continuos. Que la temperatura media del planeta de 14.5 grados centígrados, se superó hace años. Al mismo tiempo informan que los efectos y consecuencias del cambio climático son innegables e insoslayables y  comprobables, en todo el planeta.

En el presente año, los noticieros nos informan y muestran los efectos, en diferentes áreas del mundo, tanto por agudas sequías como por la destrucción que produce la intensa ola invernal, que destruye cultivos, viviendas y un considerable número de vidas Los países industrializados y emergentes, son los mayores generadores de gases de efecto invernadero y por lo tanto, los mayores responsables del calentamiento global. Pero algunos, en particular Estados Unidos, la Unión Europea, entre otros, por  maximizar ganancias, se niegan a comprometerse con los programas  aprobados, en las diversas  cumbres climáticas, dirigidos a mitigar y revertir el fenómeno.

La presencia e intensidad irregular de las lluvias, obedece a la alteración y desorden de la temperatura global. Existen cálculos e índices de crecimiento de la temperatura. La producción de energía global, a base de recursos fósiles, es del orden del 72%. Y las  de fuentes renovables, incluida la hidráulica, 21%.

Es preciso señalar que en sequía, la energía hidráulica, que representa el 21%, es sustituida por energía térmica (fuentes: carbón mineral, derivados del petróleo).

Las fuentes de energía de origen fósil, son las más protegidas por el modelo económico de mercado, el capitalismo salvaje. Son las que generan altísimos rendimientos económicos. Sus rendimientos benefician principalmente a los centros de poder económico y político global.

La explotación y comercialización de esas fuentes energéticas, están dominadas por grandes monopolios internacionales, en los que los países en desarrollo, solo autorizan la explotación de sus recursos naturales, a cambio de ínfima participación de regalías. El consumo medio diario de petróleo superó los 100 millones de barriles desde 2021. ¿Cuántas toneladas de CO2 y CO produce ese consumo? ¿Cuántos BTU o CO2 irradian a la atmósfera diariamente?

De ese consumo de petróleo crudo diario, el 80% esta destinado al consumo en combustión interna (motores). Se sabe que en el planeta, en el presente están en funcionamiento un carro por cada 5 habitantes, y concluimos que hay aproximadamente 1.500 millones de vehículo, consumiendo 50 millones de combustible diario. No se incluyen las motos. Investigaciones técnicas señalan que el consumo o quema de un galón de gasolina, en combustión interna, produce 9.17kg.de C02 equivalente y 10.25kg/gal., equivalente.

La ONU nos informa que las emisiones de CO2 mundial, en  2021 fueron de 36.300 millones de toneladas equivalentes de CO2. El resto de operaciones se las dejo al lector. El 72% de la energía consumida en el planeta, proviene del consumo de recursos fósiles, petróleo, carbón y gas, hídrica 21%, nuclear 4%, otros 3%. Y esos efectos se catapultan con deforestación y generación de gases industriales.

Es sorprendente que los especialistas ambientales, en los foros climáticos internacionales, no se ocupan de la generación de calor (escape-exosto-combustión interna, por galón consumido), adicional a la generación de gases de efecto invernadero. Tal calor no desaparece. Se esparce en la atmósfera. Es invisible pero innegable. Dicho calor está cuantificado en 125.000BTU por galón de gasolina. Es un proceso termodinámico, conocido desde hace siglos. No se puede negar, si se actúa con honestidad.

Para no superar los supuestos 2°C de la temperatura media preindustrial planetaria, por encima de los 14.5°C, como la han considerado en los congresos climáticos internacionales, para lograr emisiones cero, de CO2 en 2070. Es  imperativo sustituir radicalmente la producción de vehículos a base de energía fósil, por vehículos eléctricos, a base de hidrógeno u otras limpias.

Es imperativo moral, sustituir la generación eléctrica a base de carbón, por energía de fuentes renovables. China comienza a hacerlo. Es el mayor productor de vehículos eléctricos del planeta. Todos los gobiernos del planeta deben actuar en consecuencia. Bajo los objetivos ciegos de rentabilidad, del modelo económico dominante, el capitalismo salvaje, la reducción del consumo de combustibles fósiles no es fácil, pero no imposible. Se requieren decisiones de fondo, de todos los actores responsables del problema. De todos los gobiernos, empresarios y ciudadanos  del planeta. Con simple verborrea no es posible.

Se puede precisar en cifras, la magnitud  de la amenaza climática. Se sabe qué medidas y procedimientos deben adoptarse para revertir el problema. Falta  tomar y ejecutar decisiones, por parte de todos los gobiernos del planeta. Los países en desarrollo, afrontan mayor dificultad para soportar y adaptarse a los efectos de la alteración climática, pero pueden aportar mitigantes efectivos. Pero todos pueden contribuir en la solución, si adoptan políticas de estado, que correspondan a la esencia y magnitud del problema y de adaptación.

Los planes de desarrollo de todos los gobiernos (alcaldes, gobernadores y presidentes), deben adoptar decisiones concretas, para enfrentar y mitigar el problema climático. La vegetación o vestido de la tierra, en su proceso continuo de fotosíntesis, absorbe y transforma el carbono del CO2 y libera oxígeno. Se puede cuantificar.

Colombia se precia de ser país privilegiado en recursos hídricos. Pero si no se utilizan y explotan bajo estricto rigor técnico y previsivo, los ciudadanos tienen que padecer las sequías, el desabastecimiento, de agua y en general, el desorden climático y la anarquía en consumo de agua. Resulta curioso que si con 60 metros cúbicos por segundo, se puede abastecer a toda la población colombiana, en  los veranos, más de medio país queda  sometido a agudo racionamiento de agua. ¿Qué pueden respo0nder los alcaldes y gobernadores?

Solamente los ríos y quebradas que descienden de la Sierra Nevada de Santa Marta, con sus caudales mínimos, de veranos, pueden rendir ese volumen. Igual ocurre con todas las estrellas fluviales nacionales. Los efectos graves, que amenazan la vida, no se resuelven con aspersiones de humo, ni misas diaconadas.

Los gobiernos, de cada nación, debe adoptar políticas de estado, sobre conservación y utilización del agua, en el sector agropecuario, en conservación de la vegetación, en ordenamiento del uso de la tierra, en reforestación, son entre otros,  parte de la respuesta y adaptación al problema climático, tan importante o más, que la solución del conflicto socio-económico-político nacional.