Los restaurantes escolares de las cinco sedes de la Institución Educativa Gabriel García Márquez de Neiva están deteriorados. No hay mesones, los techos se dañaron, los lavaplatos se encuentran tapados. Los restaurantes escolares de las cinco sedes de la Institución Educativa Gabriel García Márquez de Neiva están deteriorados. No hay mesones, los techos se dañaron, los lavaplatos se encuentran tapados. La rectora del centro escolar indicó que les anunciaron esta semana que les cobrarán 2.000 pesos semanales a los niños por las raciones. LA NACIÓN, NEIVA Los 1.800 estudiantes de Primaria y Bachillerato que asisten a clases en las cinco sedes que conforman la Institución Educativa Gabriel García Márquez, no tienen donde comer y beber. La razón: los niños y jóvenes, en un alto porcentaje de bajos recursos económicos, se quedaron sin los locales donde funcionan los restaurantes escolares, espacios que se están cayendo por pedazos, los equipos se dañaron, al igual que colapsaron las tuberías de agua y los desagües. La situación es tan crítica que los estudiantes sienten la necesidad de hacer un paro de actividades escolares dentro de ocho días, y las mismas directivas de las sedes Humberto Tafur Charry, Gabriel García, El Venado, José María Carbonell y Álvaro Galindo, tienen lista una serie de peticiones, con el fin que el mismo alcalde Pedro Hernán Suárez Trujillo o el secretario de Educación de Neiva, Faiver Hoyos, den solución a la crisis que tienen a los niños a punto de quedarse sin las raciones de desayunos y almuerzos. Martha Lucía Cardozo Rodríguez, rectora de la institución educativa, dijo que los cinco restaurantes se encuentran en mal estado y no son aptos para que los menores tomen sus alimentos. “En el caso de la sede Gabriel García Márquez, el restaurante carece de mantenimiento, el comedor no tiene dotación de sillas y mesas, las llaves del agua no tienen presión, la cocina necesita una ampliación, el mesón se deterioró y no hay alacenas dónde guardar los alimentos. Allí almuerzan 155 niños y 594 desayunan”, afirmó la rectora. En la sede José María Carbonell, donde almuerzan en el presente año 275 estudiantes, el restaurante no cuenta con mesas para que se alimenten los escolares, el lavaplatos de la cocina se debe cambiar y hay que revisar con urgencia las redes de acueducto y alcantarillado. De otro lado, en la sede Galindo se presentan los mayores deterioros, la coordinadora Olga Lucía Cuenca, manifestó que el restaurante va a colapsar. “Allí se sirven diariamente 99 desayunos y 180 almuerzos y no podemos servirlos. Se le dijo a Leonardo Suaza, supervisor de la empresa Multiactiva que los entrega sobre la situación. Se le propuso entonces que ante los inconvenientes, los alimentos los trajeran a la sede preparados y cerrados en cajitas de icopor, pero no lo han hecho. Ellos traen las comidas destapadas, exponiéndolas y no están cumpliendo con llevarlas cerradas”. La coordinadora aseguró que los lavaplatos están tapados y destruidos, el techo de zinc tiene goteras. “Estos daños quedaron desde el año pasado, nadie los arregló y ahora los perjudicados son lo niños”. A su vez, Carlos Alberto Vargas, coordinador de la sede El Venado, donde se alimentan 33 niños, el restaurante urge de arreglos físicos; y en la Humberto Tafur, institución que sirve para que desayunen 160 menores y 231 almuercen, el comedor es pequeño, entonces hay hacinamiento. Deben pagarlos A los problemas físicos que tienen los restaurantes escolares, se sumó otro. Según la rectora, esta semana les informaron que a la Institución Educativa Gabriel García Márquez no le asignaron gratuidad, lo que quiere decir que los padres de familia deben cancelar 2.000 pesos semanales para que los alumnos puedan alimentarse. “La Secretaría de Educación Municipal no informó sobre esta determinación y eso afectará la permanencia de los estudiantes en la sedes, porque si no se subsidian los desayunos y almuerzos, los padres o ellos no tienen como pagarlos, ya que la mayoría de niños y padres de familia son personas pobres. Ante esto vamos hablar con el Alcalde porque no es justo”, manifestó la directiva. A los anteriores problemas, se suma que las clases se afectaron por el traslado de una docente del área de sociales, del pagador, un coordinador y las aseadoras. Según las directivas, la sede Gabriel García Márquez sólo tiene una señora para el aseo y las otras cuatro, ninguna.