Equipos de rescate removían con maquinaria pesada montañas de escombros en busca de sobrevivientes del desplome de tres edificios antiguos en el corazón de la ciudad brasileña de Rio de Janeiro, que deja cinco muertos, seis heridos y más de una decena de desaparecidos. RIO DE JANEIRO (AFP) Equipos de rescate removían con maquinaria pesada montañas de escombros en busca de sobrevivientes del desplome de tres edificios antiguos en el corazón de la ciudad brasileña de Rio de Janeiro, que deja cinco muertos, seis heridos y más de una decena de desaparecidos. Las tareas de búsqueda se llevan a cabo de manera ininterrumpida desde la noche del miércoles, cuando las tres construcciones, de veinte, diez y cuatro pisos, colapsaron casi de manera simultánea por causas aún desconocidas. Actualmente, el centro de Rio es sometido a grandes trabajos de remodelación con miras al Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016. Cinco cuerpos han sido hallados entre las ruinas, dijo el subsecretario de la Defensa Civil, Marcio Mata. Seis personas más sufrieron heridas -tres de ellas continúan hospitalizadas- y más de una decena están desaparecidas, según un balance provisorio de organismos de socorro. Dominada por edificios altos de oficinas y comercios, la zona cambió bruscamente su aspecto en cuestión de minutos. Las imágenes aéreas de la televisión muestran el vacío humeante dejado por el derrumbe. “Es increíble, casi asusta, ahora hay que ver si los otros edificios son seguros”, declaró a la AFP Pablo Antonio Sousa, un vendedor de 49 años. Decenas de curiosos se amontonaron en la zona para fotografiar el desastre con sus celulares. Sobre las ruinas de los predios caminaban los socorristas guiados por sus perros. “Creemos que es posible encontrar personas en espacios con aire. Estamos trabajando con mucho cuidado para evitar desmoronamientos”, dijo al diario O Globo el teniente Julio César Mafia, del cuartel de operaciones con perros de la policía militar. Las construcciones estaban ubicadas cerca de la plaza de Cinelandia, en el centro histórico de la ciudad, donde también está el histórico Teatro Municipal y por la que circulan todos los días miles de personas. Al momento de la tragedia ya había concluido la jornada laboral, por lo que las autoridades confían en que el balance de víctimas no sea muy alto. “La expectativa es concluir el trabajo de remoción con la finalidad de encontrar los cuerpos”, escribió el gobierno de Rio en su cuenta de Twitter. Las autoridades aún no han establecido la causa del desastre, pero descartan de momento que se haya producido por una explosión de combustible, como se especuló en un primer momento. “La mayor posibilidad es la de un problema estructural del predio. No había ninguna denuncia en la defensa civil municipal sobre movimiento de estructuras o de grietas del edificio. Por eso la especulación más fuerte, pero es todavía especulación, es de un problema estructural del predio”, sostuvo el alcalde. El edificio de 20 pisos, el Liberdade, se derrumbó alrededor de las 20H40 locales. Allí atendían varias firmas de abogados, dijo a la AFP uno de ellos, Luciano Bérgamo. En el tercer y noveno piso se estaban realizando reformas, según el abogado. La Policía investiga si las obras contaban con autorización. Uno de los técnicos de la AFP estaba en un edificio próximo en ese momento: “Oí un sonido como si fuera un trueno, hubo un corte de luz, bajé y vi una humareda. Ahí una chica me dijo que un edificio se había derrumbado. Fui hasta allá, tenía un olor muy fuerte, como de cable quemado. Ahí me pidieron evacuar la zona”. Casi de manera simultánea se vino abajo el inmueble vecino de diez plantas, causando pánico entre los transeúntes. Una espesa capa de polvo cubrió la calle y los autos estacionados alrededor. “El edificio se vino abajo, como si hubiera habido una implosión. Parecía el World Trade Center” de Nueva York, comentó por su parte Luiz Trajan, que escuchó “un fuerte estruendo” antes de que la estructura se viniera abajo. Cinco obreros estaban en uno de los edificios al momento del derrumbe, y uno de ellos, Alessandro da Silva Fonseca, quedó atrapado por unos momentos en el ascensor cuando intentaba escapar. Los demás lograron huir.