Colombia en el año del ‘Petroceso’: un país gobernado por la incompetencia

El año que despedimos será recordado como uno de los más difíciles para Colombia. Las encuestas no mienten: la desilusión ciudadana se siente en las calles, en los hogares, en el campo y hasta en el exterior en donde miles de colombianos ven como el cambio ofrecido se está dando pero para mal. Petro prometió un sueño que hoy es la pesadilla del caos, retroceso, violencia y desesperanza.

No avanzamos en ningún aspecto. La economía se debilitó con políticas erráticas que ahuyentaron la inversión, el desempleo aumentó dejando a miles de familias sin sustento, la inseguridad llegó a niveles alarmantes, y la confianza en las instituciones está por el suelo. Este gobierno, al entregar el control a los delincuentes y debilitar a la fuerza pública, dejó desprotegido al pueblo colombiano.

Las masacres, los secuestros y el aumento del narcotráfico se han convertido en el pan de cada día. El llamado “gobierno del cambio” resultó ser un gobierno de improvisación, ideologización y fracaso, que condena a Colombia a una crisis que no podemos seguir tolerando.

Iniciamos año, sufriendo el reflejo de los que se vive en Venezuela: un país destruido por la dictadura socialista,  Petro está siguiendo ese mismo camino, con sus políticas claramente alineadas con un modelo fracasado que solo trae pobreza, división y desesperanza.

Nuestro País, merece un cambio real, uno que recupere la paz, la seguridad y el rumbo hacia la prosperidad. Somos un país resiliente, y aunque el 2024 fue el reflejo del ‘Petroceso’, no podemos perder la esperanza de construir un futuro distinto y lleno de oportunidades para todos.

Por ello, para que el 2025 sea el año en el que Colombia recupere seguiremos ejerciendo el control desde el congreso, me opondré de manera férrea contra las decisiones absurdas que solo traen pobreza, seguiré en la búsqueda de aliados que nos duela el país, en donde con manos firmes y corazón grande, establezcamos un camino para recuperar la seguridad y la economía, en donde protejamos lo que por décadas logramos construir . Es el momento de dejar atrás la improvisación y avanzar hacia un futuro de oportunidades para todos.

Los ciudadanos de bien somos más, esa es la esperanza, no bajaremos la guardia para proteger el país de nuestros hijos, Petro es el error más costoso en la historia de Colombia, pero también nos permitirá demostrar que de los errores se aprende, con lágrimas y sangre aprendimos que los modelos socialistas de izquierda radical están llamados a recoger.

Que este nuevo año sea el inicio del verdadero progreso que tanto anhelamos como nación. Dios nos bendiga.

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