El ex gobernador huilense Julio Enrique Ortiz, quien fue embajador de Colombia en Nicaragua, examina el fallo de la Corte Internacional de Justicia que le arrebató a Colombia El ex gobernador huilense Julio Enrique Ortiz, quien fue embajador de Colombia en Nicaragua, examina el fallo de la Corte Internacional de Justicia que le arrebató a Colombia, una zona estratégica de su soberanía marítima. Ricardo Areiza LA NACIÓN, Neiva El ex embajador de Colombia en Nicaragua, Julio Enrique Ortiz Cuenca, consideró que ante las protuberantes equivocaciones de la Corte Internacional de Justicia, que le cercenó a San Andrés una zona estratégica, la violación de los derechos de un país con desconocimiento del derecho internacional y de títulos legítimamente adquiridos no queda queda otra alternativa que la ruptura o la vía política. Ortiz Cuenca, embajador en el 2001, siguió de cerca el litigio desde que se nombró en el Gobierno de Pastrana, la comisión de expertos para asesorar al país en defensa de su soberanía. En su opinión, Colombia no debió hacerse parte en el proceso, en urgente una demanda de interpretación y revisión del fallo. Y por la vía política, no aceptar y desacatar el fallo de la Corte de la Haya por inequitativo. -¿Qué significado tiene el fallo de la CIJ? Significa que se termina un proceso de más de una década entre Colombia y Nicaragua, se ratifica la soberanía de Colombia en el departamento y archipiélago de San Andrés, se reitera la vigencia del tratado Bárcenas –Esguerra firmado en 1928. Pero ,Colombia pierde área marítima , se le encierra, quedan pendientes los acuerdo de terceros países con los cuales Colombia tiene tratados vigentes como Costa Rica , Honduras, Panamá, Jamaica y Estados Unidos, los cuales fueron desconocidos por la Corte. Se abre un litigio permanente por los derechos de Colombia en el mar, de hostilidades y confrontaciones que aspiramos no vayan a ser bélicas, al igual que la aclaración y redefinición de los limites marítimos, derechos de pesca, explotación de recursos del mar, navegabilidad marítima y tráfico aéreo para que no tengamos los colombianos que pedirle permiso y pagarle a Nicaragua para poder ir a San Andrés. -¿Cuál es el impacto en términos de soberanía? Se reafirma la soberanía de Colombia sobre San Andrés, Providencia, Santa Catalina, Roncador, Quitasueño, Serrana, serranilla, cayo bajo Alburquerque, Sureste y Bajo Nuevo. Sin embargo le quitó plataforma marítima al dejar dos de estos cayos como enclaves en territorio nicaragüense. Pierde un área marítima muy sensible de donde deriva la alimentación la mayoría de familias sanandresanas. -¿Qué perdimos? Más de 76.000 kilómetros de área marina, recursos del mar de una gran riqueza y parte importante de la integridad territorial y marítima de Colombia. Derechos de tráfico aéreo y marítimo. -¿En recursos petroleros? Por la conformación geológica de la zona se cree que puede haber petróleo y ha sido una de las razones de la demanda de Nicaragua, quien violando la ley internacional en forma reiterativa ha venido ofertando el área a compañías petrolera para su exploración. Colombia renuncio a realizar exploraciones porque la Unesco declaró el área marítima de San Andrés como Reserva de la Biósfera en el año 2001 comprendido todo el ecosistemas terrestre, costero y marino con sus manglares, pastizales marinos y arrecifes coralinos. Los diarios nicaragüenses han celebrado con júbilo que si Colombia no quiso el petróleo ello si lo van a explotar y que a Colombia le dejaron soberanía sobre las rocas mientras que a Nicaragua le dieron agua en el mar y más de 100.000 kilómetros cuadrados de plataforma continental. -¿Colombia debió recurrir a esa instancia? Colombia se retiró de la Corte Internacional de Justicia y le retiró su jurisdicción antes que Nicaragua presentara la demanda en el 2001, pero no retiró la jurisdicción dada por el Pacto de Bogotá firmado en 1948 o Tratado Americano de Soluciones Pacíficas suscrito en la IX Conferencia Panamericana mediante el cual los países americanos se comprometían a resolver sus conflictos a través de medios pacíficos. En opinión de expertos y tratadistas Colombia no debió hacerse parte en el proceso porque el tratado estaba vigente y porque la soberanía la hemos ejercido por más de 200 años , con tratados vigentes y títulos históricos que legitiman nuestra permanente y pacifica posesión desde la época de la colonia y la independencia. -¿Por qué perdimos el pleito? Exceso de confianza del equipo del Ministerio de Relaciones Exteriores y de juristas extranjeros que hacían parte de la defensa de Colombia. Desde un principio se alertó que el equipo de juristas de Nicaragua eran expertos de gran trayectoria, bien financiados, experto en lobby y con un embajador permanente de muchos años decano de los pleitos nicaragüenses con los países vecinos. -¿Nos concentramos en el territorio y olvidamos las áreas marinas? Considero que el equipo tuvo en cuenta los intereses territoriales y marítimos, pero no estaba en sus presupuestos, ni en los del derecho internacional la nueva jurisprudencia de la corte sobre equidad y proporcionalidad de las costas. Con el argumento que la línea de la costa nicaragüense era superior 10 veces a la de Colombia en esa proporción le adjudicó el área marítima en 200 millas a Nicaragua. El otro argumento fue que los habitantes de la costa nicaragüense eran pobres y necesitaban alimentarse de la pesca, desconociendo que por tiempos inmemoriales las familias de San Andrés viven de la pesca en esas áreas marítimas de las cuales nos despojan. Si fuera por población la costa caribe de Nicaragua esta despoblada, mientras que la población que vive en san Andrés es muy superior y sus necesidades de alimento para sus hijos no son inferiores a la de los nicaragüenses. -¿Nicaragua dice que esas área les pertenecían por su cercanía geográfica? Colombia se extiende por el área marítima del Caribe hasta el meridiano 82. Antes estaba unido por la parte continental y costa caribeña de Centroamérica desde el Choco hasta Honduras. A partir de 1900 comienza a perder su territorio costero sobre el caribe cuando Costa Rica la demanda y por un laudo del gobierno de Francia pierde la Mosquitia. En 1903 pierde Panamá y los Estados Unidos la despojan del canal de Panamá y en 1928 por el tratado Bárcenas –Esguerra Colombia le cede a Nicaragua toda la costa Mosquitia sobre el caribe hasta el cabo Gracias a Dios en Honduras y a cambio Nicaragua le reconoce a Colombia su derechos sobre El archipiélago de San Andrés desde el meridiano 82, derechos que hoy la Corte le ha desconocido. ¿Faltó defensa jurídica? El equipo de la defensa de Colombia hizo lo pertinente pero se considera que fue más contundente el equipo de Nicaragua y la corte no falló en justicia, ni acorde a lo probado en el proceso y al derecho internacional, razones por la cuales el gobierno de Colombia ha venido exponiendo sus reservas e inconformidad sobre el fallo. ¿Colombia debe acatar el fallo? Siempre Colombia se ha caracterizado por ser respetuoso de los fallos internacionales y el acato al derecho internacional es piedra angular para las buenas relaciones entre la comunidad internacional y el mantenimiento de la paz y la armonía entre las naciones. Pero cuando la Corte se equivoca y es protuberante la violación de los derechos de un país con desconocimiento del derecho internacional y de títulos legítimamente adquiridos queda la ruptura o la vía política, como lo han hecho muchos países miembros de la naciones unidas que han desacatado los fallos de la Corte de La Haya como Argentina, , Estados Unidos, Albania, Francia, Rumania ,Guinea-Bissau, Irán, Malasia, Nigeria, , Sudáfrica, Tailandia, Islandia y Marruecos, entre otros, algunos de ellos por circunstancia parecidas al fallo que afecta a Colombia sobre delimitación marítima. -¿Debemos demandar el tratado? El tratado de 1928 está vigente, los pactos se rigen por el principio de “pacta sunt servanda” o sea que los pactos son para cumplirlos. Tenemos que exigir su cumplimiento y hacerlo respetar. -¿Quién debe responder? Más que la mirada retrospectiva , tenemos que ver es como hacemos respetar nuestros derechos en el mar caribe, nuestra integridad territorial y la soberanía de nuestro país, construyendo una política publica sobre fronteras y relaciones internacionales y despertando el sentimiento patrio de defensa de lo propio, de amor a Colombia. El problema y la tristeza no son solo del pueblo de San Andrés, es de todo el pueblo colombiano que ha sido agredido y se encuentra adolorido y ofendido por el cercenamiento de una parte sensible, valiosa e importante en el mar caribe. Si al cuerpo se le amputa una mano es todo el ser humano el que se estremece, sufre y llora. ¿Qué salidas nos quedan? Desde el punto de vista jurídico Colombia puede estudiar y presentar la demanda de interpretación y revisión del fallo, recursos y procedimientos consagrados en el estatuto de la Corte. Y por la vía política, no aceptar y desacatar el fallo de la Corte de la Haya por inequitativo. Julio Enrique Ortiz Cuenca, ex embajador de Colombia en Nicaragua.