La selección Colombia de fútbol se alista para disputar mañana domingo la final de la copa América ante el actual campeón Argentina, en el Hard Rock Stadium de Miami.
Durante los cinco partidos disputados hasta ahora por Colombia en el torneo, la principal característica ha sido el impresionante número de colombianos llenando los estadios. Se estima que de los 67.059 asistentes al partido entre Colombia y Paraguay en el NRG Stadium en Houston, al menos 60.000 eran colombianos. Igual sucedió en el estadio de la Universidad de Phoenix en Glendale, Arizona, en el enfrentamiento entre Colombia y Costa Rica. También pasó lo mismo en los enfrentamientos contra Brasil, Panamá y Uruguay, este último, al que derrotó para obtener un cupo en la final.
La “mancha amarilla” ha sido ampliamente predominante, no solo en los estadios sino también en los ‘banderazos’, encuentros de hinchas que se realizan afuera de los hoteles o lugares de concentración de la tricolor para apoyar a los jugadores, pedir autógrafos, y que en ocasiones han superado las cinco mil personas.
Ver a tantos colombianos llenando estadios, entonando el himno nacional, lejos de su país, seguramente nos ha generado mucha emoción y sentimientos de patriotismo, algunos cuantos de estos hinchas son turistas o seguidores de la selección que llegaron exclusivamente para el evento, pero la realidad es que la gran mayoría son migrantes que tuvieron irse de Colombia en busca de oportunidades.
Resulta muy impactante saber que tantos connacionales tuvieron que abandonar su familia, su ciudad, sus costumbres, por ir en busca de un mejor futuro. ¿Que llevó a tantas personas a tener que abandonar su país? ¿No tuvimos la capacidad como sociedad de ofrecerles las oportunidades necesarias? ¿Cuántos profesionales, personas emprendedoras, gente productiva, visionarios con proyectos importantes, han tenido que dejarlo todo porque en Colombia no tuvieron las condiciones necesarias?
Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza CPB, el aumento de colombianos que llegan a Estados Unidos en los últimos tres años es dramático; mientras en el periodo fiscal 2021 se registraron aproximadamente 10.000 detenciones, en el 2022 se pasó a más de 130.000 y a casi 168.000 en el 2023. Las autoridades calculan que para el 2024 se batirán todos los récords.
Estoy seguro que si Colombia fuera sede de uno de estos eventos, aquí no se llenarían estadios con norteamericanos, italianos o franceses migrantes que tuvieron que venir a vivir a Colombia. Precisamente eso no sucedería porque en sus países si tienen oportunidades, empleo, seguridad y educación. Los países que logran generar las condiciones para que sus habitantes desarrollen su vida, reciben en contraprestación permanente crecimiento económico y social.
Las cifras de colombianos saliendo de su país además de preocupante es muy triste, situación que debería producirle vergüenza a nuestros gobernantes, pero contrario a esto, miran hacia otro lado como si no fuera su responsabilidad.
