Winston Morales Chavarro es un novelista, poeta, neivano, autor del libro lleno de su poesía titulado “La Dulce Aniquirona”, el cual fue publicado en el año 1998. Desde la capital de Bolívar, en donde es profesor de tiempo completo de la Universidad de Cartagena, contó de su vida y obra que ha trascendido las fronteras.
Hernán Galindo
Este 23 de abril, en el Día del Idioma, como homenaje a los escritores de la tierra, traemos la historia de Winston Morales Chávarro, poeta y novelista nacido en Neiva, quien con su obra `La Dulce Aniquirona`, ha trascendido las fronteras; el libro ha sido traducido a más de 6 idiomas, los cuales son: el alemán, francés, inglés, polaco, italiano, taiwanés y al mandarín.
Aunque lleva varios años como profesor de la Universidad de Cartagena, cuenta que no olvida su ciudad natal, Neiva, “Aunque quiero mucho a Cartagena, me cuesta adaptarme, sigo siendo andino ante todo”, comentó, en referencia a la cordillera de los Andes que enmarca el valle del Magdalena en donde se ubica la capital del Huila.
“Además, como dijo García Márquez, alguna vez, uno no es de donde nace, sino de donde está la papa”, comentó a manera de anécdota.
Los inicios
Al preguntarle ¿en qué momento descubrió su gusto por las letras?, dijo que esto fue desde niño, hubo una tradición familiar, muchos de sus tíos, fueron pedagogos, le llamaba la atención la musicalidad de las palabras. Por eso escuchaba radio y de allí nació su gusto por el periodismo, su otra pasión.
Winston demostró un gran amor y afinidad por la poesía desde muy joven, contando anécdotas como que, desde pequeño, fue influenciado por su madre, Amparo Chavarro o un familiar de ella y su padre, Alfredo Morales Trujillo (falleció en diciembre del año pasado) quien era adicto a los cómics.
“En la casa no había mucha literatura, pero mi papá compraba muchos comics; Kalimán, El llanero solitario, El santo, Lágrimas y risas, Condorito, entre otros. Yo leía esas historias y tendría unos 8 o 9 años cuando sentí esa conexión, sobre todo con la poesía y comenzó a escribir”, refirió.
El escritor
Lo de escribir de manera madura, más procesada, comienza en el año 1995, “yo desde antes escribía, pero es ese año cuando siento que lo que escribo es algo que tiene calidad y trascendencia”, agregó.
En sus recuerdos está, como desde muy niño, una maestra de primaria, le dijo a su madre, “ese hijo suyo tiene mucha imaginación”, con este recuerdo envió un saludo a todos esos maestros que se convierten en descubridores de los talentos de sus alumnos.
Reconocimientos
Morales comenzó ganando concursos nacionales y regionales como el Concurso Organización de Casa de Poesía, otorgado en Neiva, fue acumulando una serie de premios y reconocimientos, en la actualidad consta con 23 premios, siendo el más actual el Gran Premio Internacional de Poesía Curtea de Arges-Rumania, en el 2018.
Como reflexión comentó que la literatura y la poesía siempre han sido de minorías, por lo que no le preocupa que se diga que las nuevas generaciones no leen, “con lo de las nuevas tecnologías, lo que se suman son muchos elementos distractores, pero son herramientas necesarias y en mi caso tengo Instagram, TikTok, todo depende del uso que se le dé a esas herramientas, además la literatura y la poesía están en las plataformas”, sostuvo.
Para Morales, lo que se debe antes que chocar o pelear con las tecnologías, es entrar a negociar con ellas, incluso con los estudiantes, “a mis estudiantes les digo, que dejen diez minutos el celular, y lean una página, luego al otro día aumenten un poco, hasta que creen el hábito de la lectura y ante todo la pasión”, concluyó este escritor que admira a Rivera y a García Márquez, como referentes de la literatura colombiana.