CARLOS ANDRÉS PÉREZ TRUJILLO/LN
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La Unión Temporal Jasa con una propuesta de $3827 millones terminó ganando la puja para la terminación del Centro de Atención Integral Materno Infantil – CAIMI.
Ayer a instancias de la Oficina de Contratación de la Alcaldía de Neiva, los nueve proponentes en las horas de la mañana resolvieron las observaciones del proceso licitatorio, y en las horas de la tarde, luego de una breve controversia por la fórmula matemática, se eligió el contratista.
En el proceso participaron las firmas: Diego Hernán Sandoval Castro, Mys SAS, Consorcio Caimi RG-2017, Unión Temporal O&F, GyG-Inver 2017, Consorcio Matero Infantil Neiva 2017, Consorcio Emilia 2017, Consorcio Caimi Neiva y Unión Temporal Jasa. De los nueve participantes, solo participaron en la puja final: Consorcio Emilia 2017 con una propuesta de $3809 millones; Consorcio Caimi Neiva, con una propuesta estimada en $3844 millones; y la Unión Temporal Jasa con una propuesta de $3827 millones.
Luego de aplicar la fórmula matemática (media aritmética), promediando las tres propuestas se dio un resultado de $3825 millones en promedio, que a simple ojo se advirtió que la propuesta que más se acercaba a la promedio, y de acuerdo con lo establecido en la licitación, era la de la Unión Temporal Jasa, sin embargo, otro de los proponentes que estaban en la puja pidieron explicaciones que de inmediato en la audiencia se resolvieron.
“De acuerdo con el estudio previo se aplicó la fórmula obtenida de Colombia Compra Eficiente. En este caso la fórmula era media aritmética que es el promedio de las tres propuesta, de allí se clasifican si fueron mayores o menores a la media aritmética. En este caso se observan dos propuestas mayores a la media aritmética y una menor. A ojo uno puede ver que la propuesta de Jasa es más cercana a la media aritmética”, explicó Duvan Arboleda, economista, quien fue el encargado por parte de la Alcaldía de explicar matemáticamente el resultado que determinó el ganador.
“Simplemente nosotros tuvimos claro la cantidad de proponentes, se hizo un estimativo de cuantos proponentes se podían presentar, pero sabemos que habían una serie de requisitos y que íbamos a quedar dos o tres, por eso nos inclinamos con la propuesta económica que ofertamos”, afirmó Carlos Eduardo Rojas, representante de la Unión Temporal Jasa.
Entraría en servicio el otro año
El secretario de Salud, Miguel Fernando Andrade y el jefe de contratación Fernando Mauricio Iglesias, ayer moderaron la audiencia de adjudicación del contrato para la terminación de las obras del CAIMI – de la comuna Nueve de Neiva.
Se espera que esta obra entre en funcionamiento para el próximo año, de acuerdo con lo expresado por el alcalde de Neiva Rodrigo Lara Sánchez, “nos da gran alegría ya el proceso cumplido y estamos seguros que se convertirá en un hospital de segundo nivel para el norte de Neiva. Son cerca de $4000 millones los que invertiremos para terminar la obra con el apoyo del Ministerio de Salud y avanzamos en los recursos que se requieren para la dotación. Con la asignación en enero estaremos en la legalización de los contratos y en febrero estaríamos iniciando las obras, para mediados de año abrir sus puertas”, agregó el mandatario.
Un proceso con muchos tropiezos
Para este año la Administración de Lara Sánchez buscó salvar este proyecto. De esta forma, en febrero presentó una solicitud de ajuste al Departamento Nacional de Planeación, DNP, incluyendo $650 millones de recursos directos de regalías.
El 23 de febrero el proyecto fue remitido al Ministerio de Salud y Protección Social (para su viabilización técnica), no sin antes contar con el análisis financiero de la IAF, Interventoría Administrativa y Financiera, sin embargo, en el ministerio se paró no habiendo concepto favorable.
Aunque el plazo de terminar la obra era el 31 de marzo de este año, con la negativa de MinSalud para dar el aval de recursos adicionales solicitados, se impidió no solamente obtener $650 millones para acabar la obra, sino que no se pudo que el Fondo Nacional de Regalías girara $547 millones, pendientes de entregar.
En la visita realizada por el ministerio (22 y 23 de mayo de 2017) se reportó que el proyecto presentaba un avance del 66.71%. Pese a esto el proyecto se paró.
Todos estos hechos críticos se unieron a la salida inesperada del secretario de salud, Faiver Segura.
Adelantar la obra con recursos propios
Ante la parálisis del proyecto, tal y como lo advirtió en su momento la directora del Fondo Nacional de Regalías, Amparo García Montaña, se tuvo que aplicar la medida administrativa de la ‘pérdida de fuerza ejecutoria’, lo que acarreó el reintegro de los recursos girados más los rendimientos financieros que se generaron. Además, la administración no tuvo otra salida sino ver la posibilidad de terminar la obra con recursos propios.
Por esta razón la Administración en el segundo semestre de este año (septiembre) adelantó el proceso licitatorio para terminar este proyecto con una estimación de más de $3700 millones en recursos.
El anhelado proyecto
El Centro de Salud Integral Materno Infantil, CAIMI, fue planeado hace ocho años como una solución a las elevadas tasas de morbi-mortalidad de recién nacidos y sus madres. Sin embargo, no ha sido una realidad debido a los embrollos administrativos y jurídicos de las últimas tres administraciones.
Todo comenzó el 30 de octubre de 2009 en la administración de Héctor Aníbal Ramírez, en esa fecha él firmó el convenio interadministrativo con la Empresa Social del Estado de Neiva. Aunque estaba pactado que se arrancara el proceso en noviembre de ese año, solo hasta el 24 de septiembre de 2010 se inició luego de repetidos contratiempos, y ante la expectativa de que el Fondo Nacional de Regalías apalancaría la financiación.
Finalmente el contrato fue adjudicado el 12 de octubre de 2011 al consorcio FCC de Bogotá, representado por Farith Willinton Morales Vargas, quien debía ejecutar el contrato por un valor de $5930 millones. Se había estimado un plazo de ejecución a diciembre de ese año, es decir, dos meses, sin embargo no se cumplió.
Ya terminando el mandato Héctor Aníbal Ramírez prorrogó por 180 días el plazo para la ejecución de las obras (30 de junio de 2012).
El acta de inicio se firmó el 13 de febrero de 2012 durante la administración de Pedro Suárez, quien seis meses después con su secretaria de Salud, Sandra Muñoz, fue noticia en los medios por poner la primera piedra. Sin embargo, la obra se paró en abril de 2014.
Por esta razón, cuando llegó el actual mandatario, Rodrigo Lara Sánchez, abrió la licitación pero en enero de 2017 el proceso fue declarado desierto, con un solo proponente.
De esta manera se aperturó otro proceso licitatorio que ayer por fin dio punto con la elección de la firma Unión Temporal Jasa como contratista para terminar el esperado CAIMI.