García Torres aspiró en las elecciones del 30 de octubre de 2011 por el Partido Social de Unidad Nacional (Partido de la U), obteniendo 84 votos, sin resultar elegido.
En las pasadas elecciones realizadas el 25 de octubre de 2015 García Torres fue elegido concejal por el Partido Conservador, actualmente en ejercicio.
Diana Paola Pérez Ramírez pidió la nulidad de su elección considerando que el concejal incurrió en doble militancia porque siendo miembro activo del Partido de la U, inscribió su candidatura por un partido político diferente (PCC) sin haber renunciado a su colectividad anterior en el plazo establecido por la ley.
Además, sostuvo que García Torres no solo falló a quienes votaron por él en el año 2011 al no asumir la curul de concejal cuando le correspondió, sino que además incurrió en doble militancia, desconociendo las prohibiciones constitucionales y legales sobre la materia.
García Torres militó efectivamente en el Partido de la U desde el 26 de febrero de 2011 cuando solicitó el aval para participar en los comicios electorales de 2011 aspirando al Concejo de Colombia para el período 2012–2015, tal como se indica en el oficio del 15 de marzo de 2016 suscrito por el Secretario General del Partido de la U (f. 111) y la certificación expedida el 13 de agosto de 2015 expedida por el Registrador Municipal del Estado Civil de tal municipio.
Sin embargo, la renuncia aparece acreditada con el escrito que el demandado le dirigió al Partido de la U en el municipio de Colombia el 5 de octubre de 2014.
“Pese a que la renuncia no surtió los efectos previstos en su momento, las situaciones fácticas que a continuación se exponen, permiten a la Sala inferir, de acuerdo a las reglas de la experiencia y la sana crítica, que el señor García ya había perdido su calidad de militante del Partido de la U al tiempo de su inscripción como candidato al concejo del municipio de Colombia por el Partido Conservador”, explicó el magistrado Jorge Alirio Cortés.
Igualmente los magistrados estimaron que García Torres no generó ningún fraude a los electores que votaron por él en el 2011 cuando no pudo ocupar la curul por vacancia definitiva en razón a que estaba aspirando su credencial por un partido distinto.
“No se avista prueba de que ello haya influenciado de manera indebida en la votación que obtuvo en el año 2015, además de que no ha notado el Tribunal que el demandado haya obrado de mala fe en sus decisiones sobre pertenencia a determinado grupo político, de ahí que se negarán las pretensiones de la demanda”, afirmó el magistrado.
