La concejal de Neiva, Clara Inés Vega Pérez, afirma que se necesita avanzar a una democracia participativa donde el Concejo Municipal sea el poder real de la ciudad y no se limite solo a ser un órgano de control y denuncia. La concejal de Neiva, Clara Inés Vega Pérez, afirma que se necesita avanzar a una democracia participativa donde el Concejo Municipal sea el poder real de la ciudad y no se limite solo a ser un órgano de control y denuncia. Heber Zabaleta Parra LA NACION, Neiva Como una persona sencilla, responsable, estudiosa, comprometida, defensora de los derechos de la población mas desprotegida de la ciudad en especial de los niños, luchadora incansable por lograr la igualdad social y mejorar la prestación de los servicios de salud, se define la novel concejal de Neiva, Clara Inés Vega Pérez. En entrevista con LA NACION, denuncia que “la sociedad aún es patriarcal y machista”, de ahí que sólo dos mujeres estén hoy en día en el Concejo de Neiva. Casada con el ex concejal Armando Vargas Zamora, con quien constituyó la Fundación Empezar de apoyo en la educación a niños de escasos recursos en 1998 y madre formadora de dos jóvenes: Clara Jimena Vargas Vega, estudiante de Medicina de la Usco y de Santiago Vargas Vega, adolescente de 13 años. Asegura que su relación con el alcalde de Neiva, Pedro Hernán Suárez, será de colaboración reflexiva “para no afectar ni comprometer mi capacidad de control político”. Un motivo para dejar la tranquilidad de la casa y pasar al agitado mundo de la política No ha habido ningún motivo especial porque siempre he estado en el mundo de la política, pues la política es la búsqueda de un consenso para que todos vivamos mejor. En mi familia siempre hemos estado comprometidos en el trabajo comunitario poniendo un grano de arena en la educación de la juventud para que entiendan que esta es la única forma de cambio para mejorar. Lleva usted en la sangre y en el corazón el servicio comunitario Claro que sí, soy profesional de la salud y desde el momento en que escogí este camino tuve vocación de servicio comunitario. Además, en la familia siempre ha habido participación política. Por ejemplo, Rufino Vega fue gobernador de la provincia de Neiva, y Rafael Puyo Perdomo, primo de mi abuelo Joaquín María Vega Puyo, fue el primer gobernador del Huila. Además, mi hermano Heberth fue candidato a la Alcaldía de Neiva, mi hermano Joaquín fue secretario de Hacienda de Neiva, mi hermano Oscar fue secretario de la Asamblea del Huila y mi esposo Armando Vargas Zamora, concejal de Neiva por los periodos comprendidos entre el año 2004 y 2011. Con dos semanas en su curul de concejal, ¿cuál es su impresión del trabajo en la corporación? Que necesitamos evolucionar a una democracia participativa donde el Concejo Municipal sea el poder real de la ciudad y no se limite solo a ser un órgano de control y denuncia. Creo que la distribución del poder político sería tal vez cuota inicial para iniciar el proceso de paz. Para este período hubo una amplia renovación del Concejo, ¿qué cree usted que pasó entre los ciudadanos para tomar esta decisión? Querer renovar el Concejo es el ejercicio que siempre hacen los ciudadanos en todas las elecciones y muestra de ello es la gran cantidad de candidatos que presentan su nombre y que tienen acogida dentro de los electores, además hay un gran desconocimiento dentro de la ciudadanía de la función del Concejo que hace que el elector se desencante de su elegido por atribuirle un poder de decisión que no posee. ¿La comunidad neivana qué puede esperar de la labor de los concejales en esta oportunidad, en particular de la suya? Que los concejales seamos los voceros de la comunidad y ejerzamos a cabalidad el control político para que entre otras cosas se lleven a feliz término las obras inconclusas de la ciudad que de acuerdo a la Contraloría Municipal equivalen a 39.000 millones de pesos y que las obras con las cuales se van a celebrar los 400 años no tengan un final cuestionado como el reservorio “poco a poco” y que se manejen de manera transparente las disminuidas regalías y todos los demás recursos de inversión social. Sólo dos mujeres integran al Concejo de Neiva en la presente legislatura, ¿qué lectura le hace usted a esta situación? Que la sociedad aún es patriarcal y machista, que la participación política va paralela a la incorporación de la mujer en la educación y la vida laboral, el proceso se está dando, tal vez necesitamos más tiempo. Creo que la mujer está empezando a despertar su conciencia política, muestra de ello son las cuatro mujeres que nos representan en la Asamblea del Huila. ¿Con qué iniciativa que usted saque adelante se sentirá satisfecha y podrá decir que le cumplió a sus electores en Neiva? Desafortunadamente las iniciativas que mueven presupuesto son potestad del Alcalde, sin embargo creo que se deberían fortalecer los rubros de inversión en educación y cultura teniendo en cuenta que en estos tiempos de globalización es tan importante invertir en cultura y educación como en infraestructura. ¿Luego del Concejo pensaría usted en una Alcaldía u otro cargo de elección popular? Para todo servidor público la Alcaldía es un medio para fortalecer los programas que él cree que transformarían su ciudad pero creo que todo es un proceso y como dice el Eclesiastés “todo tiene su momento y no hay nada oculto bajo el sol” ¿Cómo es la relación con el alcalde Pedro Hernán Suárez? ¿Apoyo, oposición, colaboración? Admiro del señor Alcalde su sensibilidad social, su carisma político y su capacidad administrativa, la cual se pondrá a prueba en este periodo que empezamos al recibir un Municipio con graves problemas financieros cuyo andamiaje debe reestructurar y modernizar. Mi relación con él como concejal será de colaboración reflexiva para no afectar ni comprometer mi capacidad de control político.