Para escoger y elegir nuevo gobernador del Huila, alumbre su búsqueda con la lámpara de Diógenes y además, consulte su propia conciencia. Vote por el mejor, que sea digno representante del pueblo en el mantenimiento, la gestión y administración de los recursos públicos. Que vele por el interés general de los ciudadanos, usted sabe cual es, conoce sus cualidades éticas y de dirección, porque surgen como mérito reconocido por la comunidad. Dese cuenta que elegir a otro deshonesto, sospechoso de corrupción o inhabilitado por alguna razón, perdemos todos. Los huilenses deben tener conciencia política; aprender a distinguir lo bueno de lo malo. No se justifica elegir a personas con graves antecedentes de toda índole, a sabiendas que harán trampa con los dineros oficiales producto de los impuestos que pagamos. Tenemos que reconocer dolorosamente, que el departamento del Huila está dominado por la corruptela política más voraz de que se tenga noticia en nuestra historia; controla las corporaciones públicas y ha convertido la administración en un botín, que se reparte a pedazos después de cada elección; no les interesa la miseria, la desnutrición ni el desempleo del pueblo. Además, con la manipulación de la violencia, algunos políticos se han enriquecido; por eso están en contra de las conversaciones que se adelantan en Cuba, así lo manifiestan públicamente; de tal manera, ya que los votantes tenemos el poder de elegir, aprovechemos y cuestionemos tanto desbarajuste en la administración pública. No tenemos que ser profetas del porvenir para entender que nos toca aferrarnos a nuestra propia lealtad. Hay que defender las instituciones, pero aprendiendo a elegir a los sanos, a los sin vicios. Nos llegó la opción de romper definitivamente con la desgastada y corrompida clase política departamental, que patrocina la corrupción, y como buitres se dirigen a devorar la paciencia detenida del pueblo. No se deje engañar más por los promeseros de siempre, esa es su profesión, siempre han vivido a sus espaldas, haciéndoles creer que en el desarrollo de su actividad como político, usted está presente. Recupere la memoria y hágase un examen de conciencia y cuente los años que lleva esperando que a su calle o región le llegue lo ofrecido en campaña. Todavía hay tiempo suficiente, hasta abril, para el cuestionamiento que dé como resultado, no una promesa, sino la negativa a seguir sosteniéndolos como políticos deshonestos y tramposos. Obliguémoslos a abrir un nuevo compas frente al porvenir en vista de las circunstancias políticas actuales; porque el pueblo pueblo, es mayoría y su voto pesa, no se deje mangonear por los político mentirosos del Huila.