Pueden condecorar a quien se les antoje, pero deberían ser francos, quitarse la máscara y decirles a sus electores que, en la mayoría de los casos, buscan ganar votos. Quise conocer qué hace la Asamblea Departamental, en qué gastan el tiempo sus diputados que ganan más de 20 millones de pesos mensuales más arandelas. Y más allá de debates de control político y de aplaudir al gobierno de Rodrigo Villalba- no son todos, pero sí la mayoría- encontré un rosario de condecoraciones a personas que, en muchos casos, no lo merecen. O, mejor, son innecesarias.
Las exaltaciones de la Asamblea y el Concejo de Neiva se han vuelto tan repetitivas que se convirtieron en paisaje y da igual recibirlas o no. Si Timanco, el hijo de la Cacica Gaitana- como se llama una de las órdenes-, hablara, no escondería su alucinación. La ganó recientemente Los hijos de la Montaña (teatreros) y Melissa Eugenia Rincón Hernández, la última la Reina Departamental del Bambuco. La razón, no la entendí. El diputado Edwin Barajas, fue el autor.
Condecoraron al señor Víctor Delio Pastrana. “Un líder ejemplar en el Huila. Su dedicación y labor han dejado huella en nuestra historia y cultura”, argumentó la Asamblea. Razones tendrá el diputado Nelson Murcia para otorgar el pergamino. “Tú entrega inspira a toda la comunidad”, dijo él. ¿Entrega a qué?
Exaltaron a la Fundación Universitaria Uninavarra por el aporte a la educación superior. Estupendo, pero, ¿tanto como para merecer una exaltación? La iniciativa fue del diputado Rodrigo Lara- él dicta clases en su facultad de medicina-, y Edwin Barajas.
Y el colmo: el 13 de junio de 2024, la Asamblea exaltó y reconoció “al doctor” John Fredy Núñez Ramos por su destacada labor legislativa. Él hace parte de las curules de paz. Aprecio y respeto al diputado Armando Acuña, gestor de la exaltación, pero no sé si sabía que el 15 de noviembre de 2023 la Procuraduría le profirió pliego de cargos a Núñez Ramos porque agarró a golpes a uno de los miembros de su esquema de seguridad, y por conducir el vehículo asignado para su protección en aparente estado de embriaguez. Los hechos ocurrieron en diciembre de 2022, dice la página del organismo disciplinario. La Unidad Nacional de Protección “deploró y condenó los hechos bochornosos”.
El Concejo de Neiva no se queda atrás. Condecoró recientemente a un periodista a quien aprecio, pero quien está convertido más en político que en comunicador. Y no es que sea pecado ni delito, pero a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Los lineros de la Electrificadora, los veteranos, entre otros, hacen parte del festín de condecorados del Concejo. Diputados y concejales, ¡ya es hora de ponerse serios y darle a cada quien lo que merece!