El labriego Jorge Enrique Viveros Vidal fue condenado por la desaparición y muerte de su esposa e hijo, de 7 años de edad, quien sufría discapacidad, en el municipio de Rivera en octubre de 2010.
La pena de 37 años y seis meses de prisión contra el hombre fue proferida por el Juez Tercero Penal Especializado con Funciones de Conocimiento, luego de analizar las pruebas técnicas, científicas y testimoniales que llevó la Fiscalía al juicio oral.
Una de las pruebas reinas que comprometió a Viveros Vidal con la muerte de su esposa María Cecilia Guauña Chicué fueron los restos óseos hallados en el sector de Villa Cecilia en el municipio de Rivera, dos días después de la desaparición de la mujer.
Los restos exhumados sólo hasta el pasado 13 de julio fueron analizados con pruebas de ADN tomadas a dos de las hermanas de la mujer y analizadas en la Unidad de Genética de Medicina Legal en la ciudad de Bogotá, las cuales arrojaron que se trataba de la mujer. “La carta dental de María Cecilia comparada con la dentadura de los restos óseos encontrados señala que coincide con los restos exhumados”, señaló en el juicio una funcionaria de la Unidad de Desaparecidos de la Fiscalía.
Además uno de los testimonios contra el campesino fue el de Mildred Guauña, hermana y tía de los desaparecidos, quien reveló en el juicio oral que su hermana era maltratada por el procesado y que la relación de los dos no era buena. “Me contaba que la convivencia de ellos era muy mala, que peleaban mucho, una vez intentó matarla cuando la persiguió por todo el pueblo con un cuchillo y la arrastró con un alambre de púa donde le cortó el cuello”.