La Nación
Conflicto palestino-israelí 1 29 agosto, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Conflicto palestino-israelí

Escrito por: Germán Liévano

Con la valiosa participación del Dr. Marcos Peckel, conocido politólogo internacionalista, Profesor de la Universidad del Rosario y columnista de El Espectador y de El País, pudimos escuchar una muy bien documentada exposición acerca de la guerra entre Palestina e Israel. Iniciamos un largo recorrido por la historia reciente de esos dos pueblos que han sido desde hace muchos años vecinos beligerantes, disputándose metro a metro ese áspero territorio que fuera el escenario del nacimiento de Jesús y el cristianismo.

Desde las montañas de Golán en el Norte hasta la estrecha franja de Gaza en el sur, bordeando el mediterráneo por el oeste y delimitando con Jordania por el este, ha sido escenario de muy cruentas guerras y enfrentamientos. Desde que en el desmonte de las colonias al final de la segunda guerra mundial decidió la Gran Bretaña devolver esa posesión que era ya compartida por ambos pueblos, se solicitó a las Naciones Unidas que se contemplara la existencia de dos naciones. Y ante el desorden político de los palestinos que se sometieron a vivir en su mayoría como refugiados desde entonces, se comenzó a construir un estado muy fuerte que se refundó con el nombre de Israel recibiendo el apoyo y solvencia de todos los pueblos judíos del mundo, que, de por sí, representaban ya buena parte de las mayores riquezas mundiales. Pero siempre el conflicto ha sido complejo porque involucra ceder un territorio por una de las partes cuando su devenir histórico les ha conferido un fuerte sentido de identidad que no permite fácilmente la cesión de territorialidad. Para el conferencista esta es la clave del conflicto.

En 1947 se genera el acuerdo de las Naciones Unidas llamada la “Resolución de Partición “para dividir el terreno entregado por los ingleses en dos naciones, creando un estado israelita en tierra considerada como Palestina, lo cual no es aceptado por los árabes de entonces. Un año después Israel declara su independencia (con el apoyo de la URSS) y se inicia la primera guerra entre los dos pueblos con la victoria judía un año después. Los palestinos no logran fundar su nación y los israelitas crecen y se expanden en territorio ocupado por las armas triunfantes. Los palestinos huyen a los países vecinos o se refugian en la estrecha franja de Gaza (30 kilómetros de larga x 10 de ancho) donde se multiplican como refugiados debido a una particular concesión aprobada por Naciones Unidas con la cual esa condición es hereditaria por generaciones. Y así fue creciendo la población de refugiados hasta sobrepasar los dos millones. Ocurrió luego la guerra de los seis días y allí tanto palestinos como el resto de países árabes de la región fueron derrotados estruendosamente por la abrumadora potencia aérea de Israel.

Toda la Península del Sinaí la perdió Egipto y los demás contrincantes fueron reducidos a su mínima expresión. Vinieron nuevos intentos de paz siendo el más conocido el llamado Tratado de Oslo. No fue posible que los palestinos entonces dirigidos por Yasser Arafat se comprometieran, pues a pesar de que en dicho acuerdo se daba paso a la creación de dos estados, la condición era que los palestinos quedaran desmilitarizados en elocuente posición de sumisión.

En ambos bandos se generaron fuertes contradictores y el primer ministro israelí firmante fue ultimado por un fanático derechista. En el otro lado los de Hamas se constituyeron como poder militar y desalojaron a la OLP de Arafat. Los países árabes se comprometieron a no agredir militarmente a Israel y éste a su vez devolvió una parte de los territorios ocupados. Después el terrorismo a ultranza predominó con los famosos suicidas cargados de explosivos y las represalias israelitas se daban con nuevas conquistas territoriales implantando las llamadas colonias en forma de expansión controlada. Y en forma desapercibida por la ponderada y sofisticada inteligencia israelí vino el fatídico 6 de octubre con la explosiva arremetida terrorista de Hamas contra población civil indefensa. Y nos contó el conferencista la crueldad de los palestinos, pero no mencionó para nada los horrores del genocidio implantado por los israelitas contra los habitantes de esa región. Donde de manera indiscriminada no se ha respetado ningún principio de guerra ni de humanidad trayendo una trágica comparación con los horrores de los nazis en la segunda guerra.

Pero todo es geopolítica internacional. Todos los que condenan a Rusia por la invasión a Ucrania se abstienen de hacerlo contra Israel. Y ahora que en la ONU más de cien países quisieron condenar esos hechos, llegó el flamante veto de los Estados Unidos, impidiéndose por consiguiente una repulsión internacional mayoritaria. Esa es la doble moral que impera en el mundo. Opinión del autor.