Del total de recursos 100 billones de pesos se destinarán a inversión pública (la más alta de la historia) y 95 billones al pago de la deuda pública.
Redacción Web/LN
El Congreso de la República aprobó el presupuesto general de la nación por un monto total de 502.6 billones de pesos a pesar de los temores sobre la financiación de unos 15 billones de pesos en el presupuesto que vendrían de la conciliación de demandas de la Dian.
“No son recursos permanentes porque una vez se recuperan esos recursos el siguiente año no van a existir. Lo que está en el transfondo de la regla fiscal es que la nación logre financiar sus gastos permanentes, estructurales, con ingresos permantes. Dado que estos recursos no son estructurales ni permanentes sino transitorios alertamos que se podría dar pie a un incumplimiento de la regla fiscal en la medida en que estos recursos no podrían repetirse en el tiempo”, advirtió el director del Comité Autónomo de la Regla Fiscal, Andrés Velasco.
Hay que decir, sin embargo, que el Gobierno tiene la posibilidad de recortar el gasto en cualquier momento sin necesidad de acudir al Congreso si los ingresos no cumplen las expectativas. Así ha ocurrido en varios gobiernos y en especial durante la crisis de 2014 cuando se desplomó el precio internacional del petróleo.
La mayor parte de los recursos se irán a funcionamiento (308.1 billones), pero también habrá una inversión 100 billones, la más alta desde 2002 como porcentaje del PIB. Otros 95 billones se irán al pago de deudas e intereses.