Santa María aún no se repone de la tragedia que causó la avalancha del río Baché, mientras el inventario de pérdidas y afectados continúa. Santa María aún no se repone de la tragedia que causó la avalancha del río Baché, mientras el inventario de pérdidas y afectados continúa. Crece la preocupación de los agricultores de la zona de San Joaquín porque no hay carreteras para sacar las cosechas. FERNANDO POLO C. LA NACIÓN, NEIVA El drama para los afectos por la avalancha del río Baché en Santa María aún no termina, después de dos días de ocurrida la tragedia. La vía a Neiva continúa interrumpida y los puentes y carreteras veredales no se sabe cómo los van a recuperar. El último balance realizado ayer por la Sala de Crisis que atiende la emergencia da cuenta de 100 personas afectadas, 14 puentes peatonales y seis vehiculares colapsados, 13 veredas y 10 barrios continúan en emergencia. Tres acueductos y tres escuelas de la zona rural, más el polideportivo de la vereda El Socorro, también resultaron con afectaciones. En cuanto a vivienda hay ocho destruidas y cuatro averiadas. El estado de salud de María Ilda Vargas Espinosa, Mónica Paola Aguirre, Edwin Alejandro Gómez y Tatiana García, quienes resultaron con heridas leves, es satisfactorio y están siendo monitoreados por la Secretaría de Salud. Las ayudas A las personas que quedaron a la intemperie porque sus casas fueron destruidas, la administración municipal les ofreció traslados, algunos los aceptaron, otros están viviendo donde familiares. La Gobernación del Huila envió raciones que fueron distribuidas entre los más afectados. La solidaridad de las personas de la zona urbana que no sufrieron afectaciones ha sido total con los damnificados, quienes les han ayudado con alimentación y posada; pero la peor parte la están padeciendo las familias afectadas de la zona rural, porque por el aislamiento no han podido llegar hasta donde sus familiares y amigos. Cosechas en peligro La preocupación de los cultivadores de fríjol, arveja y granadilla crece, al ver que el tiempo pasa y todavía no saben cómo van a hacer para sacar sus cosechas, porque la destrucción de los puentes especialmente en la zona de San Joaquín los tiene bloqueados y peligra significativamente la recolección de la granadilla. Ayer la Gobernación realizó un sobrevuelo para dimensionar los daños y empezar a proyectar las soluciones. “Se ejecutó un sobrevuelo para verificación y diagnóstico técnico de lo ocurrido. Se coordinó entre la Secretaría de Vías Departamental y la Alcaldía el mantenimiento vial para rehabilitar la carretera Neiva-Santa María”, dijo el gobernador (e) Julio César Triana. El mandatario también pidió a los organismos de socorro que están en la zona, “no desplazarse de Santa María hasta no atender la totalidad de las víctimas”. ‘Nos vamos a recuperar’ A pesar de las pérdidas que sufrieron los samarios son optimistas y en algunos casos ya empezaron a recuperarse, como es el caso de Marisol Nieves Ortega, una de las más afectadas por la avalancha, porque parte de un cerro se deslizó y tapó su casa. “De esta nos vamos a recuperar, ya limpiamos lo que quedó de la casa, la Alcaldía nos prestó maquinaria y logramos evacuar todo el lodo, hay un carro que nos toca darlo por perdido porque la avalancha lo partió en dos. La parte de la casa que está destruida la tapamos con cauchos y latas y nos fuimos a vivir donde unos familiares, por lo tanto estamos a la espera de la ayudas a ver qué nos toca para empezar la reconstrucción; mientras tanto nos toca seguir trabajando para ver cómo salimos adelante”, dijo Nieves Ortega, propietaria de una de las vivienda que destruyó la avalancha. La Gobernación y la Alcaldía determinaron iniciar la recuperación de la vía Santa María-Neiva como primera medida de la atención a vías.