Corinto: zonas de reserva campesina hoy. Por Belén Alarcón

Para asistir al Segundo Encuentro de Zonas de Reserva Campesina-ZRC-realizado en Corinto Cauca, uno de los municipios de desmovilización del M-19 en 1990, fue necesario  atravesar  imponentes carreteras del Valle del Cauca, bordeadas por extensos cultivos de caña de azúcar- propiedad de poderosos dueños de ingenios azucareros- y por humildes barracas donde habitan los corteros de caña. Con la consigna “Semilla que florece hacia la reforma agraria integral con tierra, territorio y paz con justicia social”, se encontraron 1.300 campesinos que representaron los procesos ZRC. Esta figura jurídica contemplada en la ley 160 de 1994 se constituye en uno de los pocos avances hacia la construcción de una política de desarrollo rural integral, de la cual se han pegado comunidades campesinas organizadas para la construcción colectiva de sus planes de desarrollo, que ellos como los indígenas, llaman planes de vida y que no son otra cosa que el ejercicio ciudadano de planear desde sus propias demandas e incidir políticamente para la realización de una vida digna. Ante el gobierno central, evaluaron y demostraron el vigor de sus planes para unos territorios que hasta tiempos recientes eran absolutamente ignorados por el gobierno. Hoy, si bien estas ZRC aún no reciben un apoyo adecuado, al menos contaron con la presencia del Director del INCODER y del asesor del Minagricultura. Los ambiciosos planes sólo recibieron  la promesa de ser estudiados en el alto gobierno, porque, según ellos, contradicen múltiples leyes. Sin embargo, los líderes campesinos demuestran con hechos y sustentaciones teóricas que éstas ZRC, como fueron concebidas originalmente, pueden constituirse en modelo  de desarrollo alternativo sostenible, sin el cual la paz en Colombia solo será una quimera. Evidenciaron que la cooperación internacional, correctamente aprovechada, es importante para este nuevo desarrollo que anticipe la paz. Sorprende y emociona ver al lado de académicos, que siempre han acompañado este proceso y viejos líderes campesinos, la pléyade de jóvenes líderes, técnicos y académicos apoyando decididamente esta apuesta, que ve en la estructura latiminimicrofundista uno de los principales problemas del país. El Huila, se hizo presente con la iniciativa de Reserva Campesina de Totoró-Inzá-La Plata y la delegación de Plataforma Sur de Organizaciones Sociales, que compartió los avances de su propuesta de Agenda Agraria, opción innovadora de economía campesina. Corinto Cauca, rodeado de montañas, múltiples trincheras y la visible presencia de fuerzas militares, nos recordó que somos un país en guerra y que sobre este territorio se adelanta el Plan Nacional de Consolidación Territorial. De regreso, un trancón de ocho horas en La Línea hizo visible la debilidad de infraestructura vial en el país de la prosperidad y el desarrollo que pregona el gobierno Santos y los TLC.