Corrupción desbordada

A pesar de las reformas institucionales emprendidas para frenar la corrupción en el país A pesar de las reformas institucionales emprendidas para frenar la corrupción en el país durante los últimos años, el panorama sigue siendo crítico. La aplicación de estas reformas ha sido lenta y aun no logran mostrar resultados concretos y mantienen al país entre los más corruptos, según  el Índice de Percepción de Corrupción (IPC) 2012, revelado el miércoles pasado por Transparencia Internacional. Colombia obtuvo un puntaje de 36 sobre 100 (siendo 0 mayor percepción de corrupción y 100 menor percepción de corrupción), y se ubica en el rango inferior de la tabla de calificaciones, ocupando el puesto 94 entre 176 países evaluados. Entre los 32 países de la región de las Américas evaluados, Colombia se encuentra en el grupo con calificaciones deficientes, menor a la de 19 países y superior a la de otros 12. Según la evaluación, la corrupción en Colombia ha alcanzado un carácter estructural.  Esta racha de inmoralidad desenfrenada está asociada con el pago de sobornos en la contratación, (públicos y privados), compensaciones por favores para concretar un negocio o acceder a un servicio público, pero también se manifiesta en la captura del Estado en sus diferentes niveles, el nepotismo, legislar en beneficio propio, entre otros. Pero además se suma la percepción de corrupción en el poder legislativo en Colombia, una de las más altas a nivel internacional. Y no es para menos. Según la Contraloría sólo el escándalo del ‘carrusel’ de la contratación en Bogotá podría ser superior a los 2,2 billones de pesos, mientras que en el sector de la salud podría ascender a  8 billones de pesos para mencionar sólo dos casos. Para la Fiscalía General el cúmulo de posibles delitos en esta materia asciende a 38.545 causas, entre los que se destacan: 3.644 procesos por peculado, 1.224 por cohecho, 1.174 por concusión y contra agentes retenedores asciende a 6.223 procesos. La Procuraduría adelanta 37.533 procesos disciplinarios. Se han producido 1.094 sanciones en materia disciplinaria, 452 alcaldes han sido sancionados, lo mismo que 31 gobernadores, hay 7.272 procesos contra alcaldes y 32 gobernadores investigados, 12 alcaldes suspendidos provisionalmente, así como tres gobernadores. Las contralorías del país investigan irregularidades del orden de los $4,2 billones. Pero la inmoralidad no para. Los nuevos descubrimientos y el destape de otros casos reflejan que la corrupción se enquistó en el país. El crecimiento del fenómeno como un cáncer se enquista en la contratación pública, las contrataciones a dedo, los convenios interadministrativos para eludir licitaciones y las medidas que se han adoptado para frenarla, como lo advirtió Transparencia Internacional, no dan resultados. Con razón el procurador Alejandro Ordóñez sostiene que la corrupción ha desbordado la institucionalidad. Y no pasa nada. “Pero la inmoralidad no para. Los nuevos descubrimientos y el destape de otros casos reflejan que la corrupción se enquistó en el país”.