Las épocas en las que caían algunas libras, pasaron. La cantidad de coca o marihuana decomisada por las autoridades en el departamento del Huila, viene creciendo a pasos agigantados, en los últimos meses.
La alarma la ha prendido el comandante de la Novena Brigada, coronel Marino Valencia, quien sostiene que las razones de este fenómeno son muchas.
Para el oficial, está claro que toda la droga que cayendo en las vías del departamento, proveniente de los departamentos de Caquetá, Putumayo y Cauca, es solo un eslabón de la cadena que pertenece a uno de los subsistemas de un sistema de amenaza nacional.
“El narcotráfico es un eslabón grandísimo como la minería ilegal, como la extorsión y este gran subsistema que alimenta las finanzas de todo tipo de grupos armados, organizados delincuenciales, provee el dinero para mantener este tipo de organizaciones”, explica Valencia.
Y es en esta cadena del narcotráfico, donde el Huila es permeado a través de sus vías, pero ahora, mucho más que antes. Y de qué manera. Las grandes cantidades de coca y marihuana comenzaron a ser halladas por el Ejército y la Policía, continuamente, casi que a finales del año pasado.
¿Por qué?
Para determinar a qué obedece que en los últimos meses por las carreteras del Huila se esté transportando tanta droga junta, más que antes, no se necesita ser experto.
En principio, según el coronel Valencia, hay varias razones que van desde el tema económico hasta el mismo hecho de que el Huila se ha convertido en una opción para hacerle el quite a los sistemas de controles que hay instalados en la zona del Valle del Cauca, una región con tradición de narcotráfico.
Cosa contraria a lo que ocurre con el Huila donde sus tierras son sanas en esa medida lo que hace que haya mayor vulnerabilidad de control por parte de las autoridades, según admite Valencia.
Pero al hablar de lo económico, el comandante de la Novena Brigada, coronel Marino Valencia tiene su propia teoría según la cual la disparada del precio del dólar genera el mismo efecto en el valor de sustancias como la coca y la marihuana.
“Eso aumenta la producción, hace que los grupos delincuenciales se la jueguen, se arriesguen y por eso aumenta en forma directamente proporcional las incautaciones.
Eso, desde el aspecto que beneficia a estas agrupaciones. Por eso, nosotros nos hemos modernizado en nuestras capacidades militares y neutralización de estos fenómenos criminales mediante elementos que nos permiten detectarlos”, explica el coronel Valencia.
Sin embargo, el oficial advierte que no se puede esconder que en el mismo departamento ha aumentado el consumo de sustancias sicoactivas y por supuesto eso también ha disparado la producción al mismo tiempo que las bandas de distribución.
Esos son los pequeños decomisos que se hacen a veces, para surtir el mercado interno en zonas como Pitalito donde algunos grupos delincuenciales están mezclando coca con medicamentos para ganado cuya mezcla luego venden esta mezcla en capsulas.
También es cierto que el hecho de que se hubiera ordenado suspender las aspersiones con glifosato sobre los cultivos de coca, obviamente disparó su producción, subraya Valencia.
Y no le falta razón si se tiene en cuenta que dado que tal y como está sucediendo actualmente, la erradicación se está haciendo de manera manual, no con machete, lo cual hace que el proceso sea más lento.
Luego entonces, es en ese lapso que los narcotraficantes aprovechan para sembrar más hectáreas con matas de coca.
Origen y destino
No se puede negar que el hecho de que el Huila tenga vecinos como Caquetá, Putumayo y Cauca, regiones productoras de coca y marihuana lo convierten en otra ruta, así de sencillo.
Significa entonces que el Huila es simplemente otra opción de la que no solo se usan sus vías principales sino también otras menos transitadas como las terciarias y secundarias.
“Hemos encontrado que muchos cargamentos son distribuidos hasta en 100 motos que reparten para que pasen por diferentes rutas. Algunas pueden caer, otras no, mientras que otros optan por arriesgarse con vehículos pero tratamos de no rutinizarnos para que eso permita un proceso de cacería que nos demanda mucha paciencia y hacer trabajo de persistencia lo que nos ha llevado a obtener los resultados registrados”, precisa Valencia.
La droga que logra pasar los controles del Ejército y también la Policía, tiene varios destinos, además del creciente mercado interno. Primero, está el centro del país como Bogotá, Tolima y zonas aledañas.
Pero se ha encontrado según el coronel Valencia, que en ocasiones dan la vuelta completa hasta llegar al Eje Cafetero, como sucede con la base de coca para luego ser cristalizada allí o convertirla en clorhidrato de cocaína. En estos casos, el precio de la droga casi que se cuadriplica.
Sin embargo, Valencia advierte que además de los puestos con militares, se está llevando a cabo estrictos controles, comenzando por los insumos químicos con los que se elabora la pasta de coca. En este caso, se ha logrado incautar más de 1.564 galones de líquidos, lo mismo que 1.766 sólidos, que no tenían por qué ingresar a una región como esta.
En cifras
De hecho, en lo que va corrido del año, solo el Ejército ha logrado destruir ocho laboratorios de pasta base de coca, ubicados en los límites del departamento del Huila donde la Novena Brigada tiene área de influencia.
Al hablar del producto como tal, se tiene que ha caído en poder del Ejército cerca de 1.591 kilos de marihuana prensada tipo crippy de exportación solo en durante este primer semestre.
En cuanto a pasta base de coca, la cifra de decomiso alcanza 265 kilos, lo que para Valencia es poco, frente a lo que cae en la costa Caribe, incluso en el Chocó donde se habla de hasta tres toneladas.
“Sucede esto porque allá ya está listo para exportar y acá el proceso es diferente. Pero aquí hay que resaltar es el proceso para hallar esos 265 kilos de base de coca que han sido encaletados vehículos, y motocicletas”, señala el oficial.
Las autoridades han logrado establecer que las sustancias ilegales están siendo ‘encaletadas’ en lugares poco fáciles de ubicar. Y aunque en ocasiones son los caninos entrenados los que las encuentran, en otras son las autoridades, a punta de puro ‘olfato’ basado en la experiencia.
Ya no es raro entonces, hallar la droga en tanques de gasolina, exostos, llantas de repuesto, ventiladores de los aires acondicionados de los carros, radiadores, e incluso en espejos, sillas y carpetas de las puertas de éstos.
Es por eso que cada vez que esto sucede, las tropas pueden invertir entre cuatro y cinco horas revisando lentamente un vehículo para extraer todo lo que lleva. Así, gracias a este tipo de controles se ha inmovilizado este primer semestre, más de 19 carros.
Erradicando
Sumado a ello, también la Novena Brigada del Ejército ha erradicado 32 hectáreas de cultivos ilícitos de marihuana y coca, igualmente, en los límites de su jurisdicción.
“Esto coincide con las ubicaciones de los laboratorios hacia el sector del departamento del Cauca, en límites con Nátaga y La Plata. Al otro lado, hacia el Caquetá, hemos tenido éxito en límites con Garzón, pero otros también en San Agustín e Isnos”, explica Valencia.
Según el oficial, todo esto sucede en zonas conocidas como grises debido a que el control departamental, tanto del Huila como de esas regiones, no llega.
En esas mismas zonas, la Novena Brigada ha logrado incautar más de 3.158 kilos de pasta base de coca en proceso, es decir, la hoja picada y mezclada con los insumos requeridos para este proceso.
Pero al hablar de la mayor procedencia, Valencia no duda en asegurar que la coca que ha caído en manos de las tropas, proviene principalmente del departamento de Putumayo, seguido de Caquetá.
A su turno, la gran mayoría de la marihuana incautada proviene del departamento del Cauca. Si bien el oficial es categórico en subrayar que en zonas como Isnos y San Agustín, no se puede hablar de grandes cultivos de esta planta, en sus límites se ha encontrado algunas pocas hectáreas.
Esta marihuana no es comercializada fuera del Huila sino que se vende localmente. Y si bien, para Valencia, los controles están siendo estrictos, no se puede negar que aún falta mucho por hacer, y destaca que durante estos primeros seis meses del año han sido capturados en flagrancia más de 25 personas.
La Policía
Pero no solo el Ejército ha logrado decomisar gran cantidad de droga en el departamento del Huila. La Policía Huila, en lo que va corrido de este año también ha logrado algunos resultados.
Al igual que en otros casos, las motocicletas y carros son los medios de transporte preferidos por las llamadas ‘mulas’ para llevar la droga hasta el centro del país, entre otros destinos.
Por ejemplo, en cuanto a coca, la Policía ha decomisado en los últimos meses, 1.079 kilos, en diferentes puestos de control.
De igual manera, ha caído en sus manos, 945 kilos de marihuana prensada, a lo que se suman 248.576 dosis del alcaloide.
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