La Nación
EDITORIAL

Cruzada anticontrabando

El gobierno seccional reactivó las acciones para enfrentar el contrabando como una de las medidas para proteger las debilitadas finanzas territoriales, duramente golpeadas en los últimos años.

La alianza fue cerrada con entidades públicas y almacenes de cadena al aproximarse la temporada sampedrina.  Una campaña importante pero insuficiente para afrontar las múltiples aristas que mueve este negocio clandestino de carácter trasnacional. No bastan solo los controles en los grandes centros de distribución. El contrabando se camufla con la informalidad, sin que se note, y se ampara en la cultura de la ilegalidad.  

El contrabando es un atentado contra las rentas departamentales. Y no solo de cigarrillos y licores extranjeros. La adulteración de los destilados nacionales y regionales, propios de la temporada, afectan los ingresos con los cuales se financian los programas de salud y educación pública. Y constituyen amenazas contra la seguridad y la salud pública.

Igual ocurre el contrabando de gasolina, chance ilegal, arroz, ganado y café, para mencionar algunos sectores.

Colombia comparte fronteras terrestres con cinco países (Panamá, Ecuador, Perú, Brasil y Venezuela) y  fronteras marítimas en dos océanos con siete países lo que impide una lucha eficaz y permanente contra este fenómeno trasnacional.

Desde Panamá ingresan anualmente al país 30 millones de pares de zapatos provenientes de China, los cuales entran subfacturados.

Le siguen gasolina (800 millones de dólares); whisky (300 millones); arroz (400 millones), y cigarrillos (100 millones).

El contrabando de calzado, textiles y confecciones mueve al año 4.000 millones de dólares. Según cálculos oficiales, diariamente ingresan al país 1.500 toneladas de pollo y 800 mil toneladas de huevos.

El Huila como otras regiones del país siente el impacto del contrabando. Los efectos que genera no pueden combatirse solo con buenas intenciones. Se requiere una acción conjunta interinstitucional, pero también con campañas de sensibilización, sostenidas en el tiempo.

En temas de licores, valen las marcas, por supuesto, pero también los precios y la adecuada atención a los proveedores. La apertura de los mercados, estimulada con los tratados de libre comercio, representa otros desafíos.

El contrabando, en cualquier circunstancia, estimula la competencia desleal, fomenta la corrupción y acrecienta una poderosa mafia, nacional y trasnacional con múltiples tentáculos. Por esa misma razón las acciones deben ser integrales y permanentes. Las finanzas territoriales, duramente afectadas con los recortes deben blindarse. 
 

“El contrabando es un atentado contra las rentas departamentales. Y no solo de cigarrillos y licores extranjeros”.

 
EDITORIALITO

La ingeniera Francy Edith Ramírez Arroyave asumió como nueva Vicepresidente Regional Sur de Ecopetrol con jurisdicción en Huila, Tolima, Putumayo, Caquetá y Nariño. Reemplaza a Ricardo Ernesto Coral, trasladado a la región central. ¡Bienvenida!