Gabriel Calderón Molina
El turismo de colombianos y extranjeros hacia la zona arqueológica del Huila se viene incrementando en forma acelerada como lo demuestran las estadísticas de ingreso a los parques arqueológicos de San Agustín e Isnos, el aumento de la oferta hotelera de calidad y el fortalecimiento de las actividades comerciales, agropecuarias y artesanales de estos dos municipios.
Todo lo anterior viene ocurriendo a pesar del evidente retraso de la infraestructura vial que afecta la movilidad de los visitantes a los distintos lugares turísticos de ambos municipios. Estuve el pasado fin de semana en San Agustín en donde al entrar en contacto con varios de los operadores de turismo e integrantes del Concejo Municipal, constaté que existe una inconformidad creciente por el silencio del gobierno departamental y nacional ante las deficiencias que afectan la industria del turismo en materia de movilidad ocasionadas precisamente por lo que en este periódico se informó el pasado jueves: despilfarro y mal uso de la regalías en el Huila.
Para mí es evidente que el incumplimiento de casi todos los contratistas de la pavimentación del Circuito Turístico, poco le ha importado al gobierno departamental a pesar de las denuncias que al respecto se han formulado, pues en estos días se están cumpliendo dos años de la firma de los contratos en el gobierno de Carlos Mauricio Iriarte y las obras no se ven, no se ejecutan, empezando por la construcción del nuevo puente sobre el Magdalena en la vía Guacacallo – La Laguna. Si bien es cierto que no fue este gobierno que adjudicó las licitaciones, esto no lo exime de la responsabilidad del control de la ejecución de esos contratos en donde aparecen comprometidos alrededor de $50.000 millones provenientes de regalías. Como votante que fui del actual gobernador, Carlos Julio Gonzáles, me preocupa que al cabo de dos años de mandato el Huila sea señalado por Planeación Nacional como el departamento líder en despilfarro y mal uso de recursos. ¿Qué clase de Secretario de Vías tiene el Departamento?. ¿Qué clase de contratistas y de interventores son los responsables de este fracaso y que pareciera que para el gobierno fueran intocables?. Solicito no más silencio este vergonzante caso.