“Para hacerlas más letales, los diferentes frentes de la guerrilla de las Farc vienen instalando minas antipersonas a las cuales les están agregando las populares canicas utilizadas en los juegos infantiles de barriada. Dichos elementos con los que a más de uno lograron sacarle una sonrisa, hoy se han convertido en verdaderas armas letales para la población civil y militar”.
La afirmación es del técnico antiexplosivos del Grupo de Explosivos y Demoliciones Exde, el cabo primero Juan Bustos, de la Novena Brigada, quien sabe muy bien cómo funcionan.
Estas pequeñas esferas de cristal inofensivas ante los ojos de los niños, se han convertido para los grupos al margen de la ley (guerrilla), en el aderezo que le faltaba a las mortales minas anti persona.
El uso de canicas en las minas antipersonas es una de las nuevas armas letales que está implementando la guerrilla de las Farc, para atentar contra la población civil y la Fuerza Pública.
“Fuera de la metralla que generalmente contiene un artefacto de esta categoría, el cual siempre está compuesta por alambres de púas, tornillos oxidados, materia fecal, les están agregando las canicas para que a la hora de la activación éste se fragmente e ingrese al cuerpo humano y así hacer más difícil la ubicación de partículas de vidrio a través de rayos x”.
Siembra de muerte
Las minas que han sido ubicadas en el departamento del Huila, hasta el momento no han dejado víctimas, todas han sido destruidas controladamente y por eso se sabe de su existencia.
El Grupo de Explosivos y Demoliciones Exde, es el encargado de aplicar los protocolos pertinentes para la destrucción de estos artefactos explosivos improvisados.
En lo que va corrido del año, los grupos Exde de la Novena Brigada, han desactivado un total de 200 artefactos explosivos entre los cuales 145 han sido minas antipersonas y 55 artefactos explosivos improvisados.
Lo más delicado de la situación es que por donde se quiera ver, de norte a sur, de oriente a occidente, la guerrilla de las Farc ha dejado sembradas estas armas letales para atacar a la población civil en el Huila.
Las zonas rurales con mayor índice de presencia de estos artefactos están en Vegalarga, San Andrés Tello, partes altas de Colombia, Huila en el sector de El Dorado, en límites con el departamento del Meta.
También en La Profunda, Versalles, Río Blanco, jurisdicciones donde hay presencia del Batallón Tenerife, que colindan con el Meta y el Caquetá; allí tiene injerencia el frente 17 de la guerrilla.
Igualmente, se ha encontrado evidencias en la parte alta de Balsillas, Caquetá, donde delinque la columna móvil ‘Teófilo Forero’.
Y por el área de San Vicente, sectores como Guayabal, San Luis del Oso, San Jorge, Los Ángeles, Chorreras. Todos estos lugares hacen parte de las zonas más contaminadas por minas antipersona.
Según el Ejército, en Algeciras, lo que comprende la región de La Arcadia, El Toro, Santana Ramos, vía a Tres Esquinas, también hay presencia de minas. Y en la región del Mármol, cerca al municipio de Pitalito hacia adentro.
Otros de los lugares donde se ha evidenciado la presencia de estos elementos letales son en el occidente del Huila, donde opera la cuadrilla 56 de la guerrilla, vía al Cauca.
Asimismo, en el oriente del Huila en zonas como Santamaría, Valencia, Teruel, Río Negro, Río Chiquito en el Cauca, Santa Rita y Praga.
¿De dónde vienen?
Pero algo que ha llamado poderosamente la atención de la Fuerza Pública, es el ingreso de explosivos en la zona fronteriza con el Ecuador.
“Se ha evidenciado que la mayoría de elementos explosivos que las tropas han encontrado en estas minas es material que ha ingresado del Ecuador. Elementos como el cordón detonante, y la pentolita”, comentó el instructor anti explosivos.
Y es el acceso o la facilidad de ingreso de estos materiales las causas que vienen afectando en gran parte a la tropa y población civil.
“Toca hacer un estudio exhaustivo para ver para dónde van esos elementos pero la mayoría es para el uso indiscriminado”.
De hecho, el uso indiscriminado de los artefactos explosivos y las minas antipersonas en el departamento se ha ido incrementando debido a la facilidad con que son traídos cada uno de los insumos que componen las minas antipersonas, las cuales son aquellas diseñadas para ser puestos encima, debajo de una superficie con el propósito de herir, incapacitar o hasta matar a una persona e impactar vehículos.
Son aquellas las que son activadas por la propia víctima mediante presión, tensión, alivio de tensión, por movimiento o aquellos elementos que son llamativos ante las personas debajo de su contenido explosivo y el dispositivo de activación.
¿Cómo identificar una mina antipersona?
A los expertos en antiexplosivos del Ejército les ha llevado tiempo y dedicación saber cómo se identifica un artefacto como una mina antipersona.
“Para identificar una mina, primero hay que luchar contra el ingenio de los subversivos, quienes buscan siempre proteger los sitios de acceso a las zonas campamentarias por parte de las tropas”, sostiene el cabo Bustos.
De acuerdo con la experiencia del militar, una mina antipersona está compuesta por un elemento contenedor, un dispositivo de activación, una carga explosiva, la unión de esas partes hacen que quede un aislante para que cuando una persona la pise cierre el circuito y de ahí se produzca una detonación la cual muchas veces termina con la muerte.
Existen muchas clases de artefactos explosivos improvisados. Uno de ellos es el del uso del celular desde cualquier parte donde haya señal.
¿Cómo funciona?
El cabo Bustos explica que “se tienen unos elementos básicos como un identificador de control de silicio, un celular que va conectado hacia la carga explosiva, la corriente que sale hace que se inicie la detonación. Por su dirección puede afectar 100 metros a la redonda. Internamente contienen pedazos de varilla, tachuelas, tornillos, pegados con brea”.
También está el cono dirigido, que es utilizado hacia un elemento ya establecido, puede ser un carro o grupo de personas que pasen por el lugar. Los sitios más comunes donde se pueden encontrar son a un lado de las vías, caminos o trochas.
El sombrero chino está compuesto por pedazos de hierro, tornillos, el explosivo como tal, el cual en el viaje de ondas lo que hace es incrementar el poder letal, y la mayoría de las veces les agregan materia fecal. Las cerchas de los techos también son utilizadas para la elaboración de estas minas antipersonas.
Las zonas limítrofes con el Huila están sitiadas por estos artefactos explosivos.
Minas ‘personales’
Fueron creadas en el departamento del Meta pero rápidamente se incrementó su uso en todo el país.
En el Huila, se tiene conocimiento de que ingresaron alrededor de cinco mil minas denominadas ‘personales’, las cuales vienen siendo algo así como la dotación personal de los guerrilleros.
Las utilizan para protegerse ellos mismos y muchas veces las instalan cerca a sus campamentos.
Son hechas con un tubo de PVC, utilizan un cartucho de 556 y detonador aneléctrico, las cortan y les ponen un percutor el cual al ser accionada automáticamente se produce una detonación.
Hay una mina que funciona por halado de tensión o el famoso gancho de ropa. Son elementos de fabricación casera y en el interior están los explosivos.
Va con un hilo amarrado a un palo o ramas, que al momento en que alguien se tropiece con la cuerda, de inmediato hace que se cierre el gancho y se cierra el circuito.
Hay minas por intensidad de luz que funcionan con fotones (luz solar), por presencia o ausencia de luz. La mayoría es utilizada con un arma trampa, al recogerla se cierra un circuito ocasionando una detonación, los guerrilleros también crearon otro artefacto tipo pateo: Está hecho de dos espumas sintéticas y dos cables.
El Ejército ha capacitado a un grupo de soldados oficiales y suboficiales para que hagan el trabajo de destrucción de estas minas antipersona.
En caso de que se presente una situación con minas, inmediatamente entra en acción el Grupo de Explosivos y Demoliciones Exde, quienes cuentan con la tecnología apropiada para destruir las minas anti persona. Además, ellos cuentan con el apoyo de los guías caninos.
