Cultura, poder regulador de la seguridad ciudadana

Reflexiones del Comandante

Entendemos por cultura un universo de normas sociales, comportamientos, actitudes, creencias, y hábitos compartidos por los individuos de un conjunto social, los cuales tienen una estrecha relación con la seguridad ciudadana de territorios especialmente urbanos. Es así como la ausencia de cultura ciudadana o indisciplina social comienza a delimitar patrones de conducta violenta que perfectamente pueden terminar en la materialización de comportamientos contrarios a la convivencia o algo aún más grave, homicidios, lesiones personales y violencia intrafamiliar.

La reflexión frente a esta premisa, permite situar a la cultura ciudadana como el eslabón principal en la cadena de la consolidación de la seguridad ciudadana y la estabilidad social de los ciudadanos, en el entendido que es un instrumento que permite medir los fenómenos de inseguridad y violencia en las ciudades. En este sentido la adopción de una política o medida pública de cultura ciudadana dentro del marco de acción de la formulación de iniciativas estratégicas para mejorar la seguridad ciudadana, deben compartimentarse, debido a que amplía las posibilidades y los niveles de impacto positivo frente a la reducción de delitos de impacto.

Desde esta perspectiva el fortalecimiento de la cultura ciudadana sería sin dudas la reconstrucción de la relación de corresponsabilidad entre la ciudadanía (entendida como la suma de los ciudadanos y sus organizaciones) y el Estado. Es decir cuando el ciudadano se involucra activamente en las políticas de seguridad ciudadana locales, las probabilidades de dar solución a los problemas de seguridad del territorio se incrementan notablemente.

Es allí, donde la Policía Metropolitana de Neiva ha encaminado sus esfuerzos y capacidades institucionales a través de estrategias de corresponsabilidad ciudadana coordinadas con la administración municipal, logrando obtener resultados tangibles en la reducción de delitos como el homicidio, lesiones personales, y diferentes modalidades de hurto. Sin embargo observamos con preocupación cómo la indisciplina social desafortunadamente tiene relación directa con escenarios violentos en las comunas de Neiva.

Frente a ello, la aplicación del Código Nacional de Policía y Convivencia ha sido un factor preponderante en la regulación de algunos comportamientos contrarios a la convivencia como las riñas en vía pública, donde esté se sitúa en el cuarto puesto de comportamientos más recurrentes evidenciados desde la entrada en vigencia del código. No obstante hago un llamado a la comunidad para se apropie de la cultura y se inicie un proceso de transformación de cara a los nuevos retos que demanda la convivencia ciudadana, debido a que este es el reflejo del desarrollo de la región.

 

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