SAINT-IMIER, Suiza (AFP) – Los libertarios del mundo entero, en su mayoría vestidos de negro o con uniformes militares de campaña, llegaron por centenas a Saint-Imier, pequeña ciudad suiza y lugar histórico del anarquismo para celebrar los Encuentros Internacionales del Anarquismo. SAINT-IMIER, Suiza (AFP) – Los libertarios del mundo entero, en su mayoría vestidos de negro o con uniformes militares de campaña, llegaron por centenas a Saint-Imier, pequeña ciudad suiza y lugar histórico del anarquismo para celebrar los Encuentros Internacionales del Anarquismo. Los sexagenarios, con barba blanca, veteranos del anarquismo, se mezclan con los más jóvenes con cabezas rapadas y ‘piercings’. Denis, un joven bloguero rumano de 20 años, no dudó en viajar hasta Suiza para participar de este encuentro internacional y discutir con los veteranos. Entusiasta, el rumano espera regresar a su país con nuevas “astucias” para hacer progresar sus ideas libertarias. Pero sabe, así como Anita, su compañera de 23 años, que el trabajo será difícil. “Es bastante difícil. No hay la misma tradición como en Francia o en España. Tenemos que explicar el concepto” de anarquismo, una propuesta política que lucha contra todas las formas de dominio y de explotación, declara. Por el periodo estival la pequeña localidad relojera de Saint-Imier está casi vacía de sus 4.700 habitantes y los anarquistas se pasean en grupos por sus calles. Según los organizadores de este “encuentro internacional entre libertarios de toda cepa”, unas 3.000 personas deberían participar hasta el domingo. Como simples turistas, mapa en mano, los anarquistas buscan los caminos que los llevarán a los coloquios, debates y otras exposiciones organizadas para la ocasión. “Mi principal interés es el de descubrir nuevas realidades y alternativas a la sociedad en crisis”, explicó Emanuele, de 46 años, artesano italiano de la región de Lecco (norte de Italia). El artesano afirma que “es una linda provocación” que el encuentro internacional se lleve a cabo en Suiza, uno de los países más ricos en donde los bancos son numerosos. La elección de Saint-Imier no es anodina. Este “Mundial del Anarquismo” es también una conmemoración de la primera Internacional Antiautoritaria que se organizó en 1872 en esta localidad. Esto ocurrió luego de la escisión de la Primera Internacional, que puso término al conflicto que oponía a los socialistas llamados marxistas, liderados por Karl Marx, a las tendencias libertarias defendidas por el ruso Mijail Bakunin y el suizo James Guillaume. En Saint-Imier, más de 140 años después, los libertarios hacen la misma constatación, explica Pascual González, un sindicalista español de 58 años: el autoritarismo no lleva a nada y el capitalismo está en crisis. González dice estar muy “interesado” por el movimiento de los llamados “indignados” españoles que no desean ser representados por líderes políticos. Pero de todas formas piensa que a los “indignados” les falta organización. “Sin una organización estructurada es muy fácil que el movimiento se disperse”, advierte. Lo que no es el caso de los anarquistas, continúa. En paralelo a los debates y exposiciones se lleva a cabo esta semana en esta localidad el Congreso de la Internacional de Federaciones Anarquistas (IFA), que se organiza cada cuatro años. El IFA fue creado en el Congreso Internacional de Carrara (Italia) en 1968. Estaba compuesto hasta ahora por 9 delegaciones (francesa, ibérica -España y Portugal-, italiana, británica, la de lengua alemana -Alemania y Suiza-, checa, argentina, búlgara y bielorrusa) y el jueves se aceptó el ingreso de la décima, la eslovena. Actualmente se mantienen contactos para que una delegación de México se incorpore al IFA, explicó González, representante de la delegación ibérica. Delegaciones de otros países intentan formar parte del movimiento, pero con mayores dificultades, como la de Venezuela.