En la leyenda bíblica de David y Goliat, un joven pastor de ovejas, de pequeña estatura llamado David, derribó al gigante Goliat, con el disparo de un pedrusco arrojado por su honda, garantizando así el triunfo militar de los hebreos contra los filisteos, nombre que por aquellas ápocas se les daba a los palestinos. El pequeño pastor se convirtió en Rey de su pueblo, pero las luchas políticas y religiosas en la región continuaron y ya llevan miles de años. Tres importantes religiones contemporáneas, se disputan a Jerusalén como su origen y cuna: la cristiana, la judía y la musulmana. El Asia Menor ha sido colonizada por diversos imperios como el griego de Alejandro Magno, el romano, e incluso uno de origen en este mismo suelo como el Otomano.
El último fue el inglés que concluyó con el fin de la segunda guerra mundial. Al descolonizarse la zona, las potencias de occidente (E. U., Inglaterra y Francia) decidieron compensar al pueblo judío como víctima del holocausto nazi y terminar su diáspora, creando el Estado de Israel. Para hacerlo, le cercenaron a Palestina, más de la mitad de su territorio. Allí nació la primera guerra moderna del Estado Israelí y los árabes, con treguas y acuerdos que generalmente no se cumplen y son el origen de la siguiente confrontación.
Israel, con el apoyo de las potencias de occidente, ha incrementado su territorio, anexionándose en las guerras, muchas tierras limítrofes de sus vecinos, con lo cual ha triplicado la extensión territorial con la que nació en 1947. Se ha convertido en la principal potencia militar del Asia Menor. Su contendor Palestina, sólo tiene un pequeño dominio en la Franja de Gaza (una extensión similar a la de la ciudad de Nueva York), con una permanente vigilancia y tutoría de los israelitas. En las últimas elecciones palestinas el triunfador fue el partido Hamas, que en lengua árabe significa Movimiento de Resistencia Islámica. Su brazo militar decidió el pasado sábado 7 de octubre lanzar un ataque contra Israel. Rompió sus defensas armadas, penetro en su territorio, destruyó instalaciones militares y civiles y para su regreso, capturó y trajo como rehenes cientos de israelitas.
Fue una acción similar a la David y Goliat, donde Goliat era Israel y los palestinos David. Ahora en retaliación Goliat quiere acabar con Palestino. Estableció un cerco militar a la Franja de Gaza, impidiendo el acceso de alimentos, medicamentos, agua y energía. Amenazan con una acción de “tierra arrasada” lo que ha generado el éxodo de un millón de palestinos, el 40% de su población. ¿No fueron similares los procedimientos de Hitler contra los judíos en la Alemania Nazi? Es hora de parar esta guerra ya, ante de mayores tragedias.