¿Dónde está la ‘Paz Total’ de Petro? ¿A qué hora pasamos de la ‘Paz Total’ al caos total? ¿En qué momento el Estado perdió soberanía y control territorial? Son preguntas que hoy se hacen millones de colombianos agobiados por la grave situación de orden público como lo muestran las cifras, que son demoledoras: cada día líderes sociales asesinados, secuestros de ciudadanos de bien; masacres de todo origen y carrobomba activados; organizaciones criminales de todo pelambre sembrando terror; zonas donde la población no puede desplazarse libremente a no ser bajo la ‘supervisión’ de los fusiles; atentados a comerciantes presionado el pago de extorsiones, etc, etc.
Lastimosamente, la fuerza pública ha sido incapaz de contener y someter a quienes de forma cobarde actúan contra la población civil. ¿O el Estado no está en capacidad de garantizar la integridad y la vida de los habitantes habitantes, como lo ordena la Constitución? ¿O las Fuerzas Militares y de Policía están desbordadas por los criminales? ¿O el presidente Petro y el Ministro de Defensa han sabido o podido liderar y motivar a nuestros soldados y policías para que nos defiendan y hagan respetar la soberanía territorial?
Y es que preocupa y desconcierta que nadie en el Gobierno Nacional, con pleno conocimiento de los graves hechos, porque así lo han denunciado gobernadores, alcaldes, medios de comunicación y las propias víctimas en múltiples oportunidades, parece entender la grave situación o interesarse, más allá de las frías y distantes condenas y lamentaciones oficiales. O hablar de sabotaje de la ultraderecha. Otra cosa muy distinta es que -sabiendo el aterrador escenario- no hagan nada para solucionar la delicada situación.
Tampoco nos convencen las explicaciones. Que la arremetida de los grupos guerrilleros y las organizaciones criminales son “coletazos” producto de la ofensiva de la fuerza pública, afectando “sus economías ilegales”. No es cierto. Los cultivos de coca siguen creciendo, están en bonanza. Existen casi 300.000 hectáreas sembradas de coca en todo el país. Igual pasa con la minería ilegal y el narcotráfico.
La realidad es que Paz Total es, hasta ahora, un total fracaso. Las cifras muestran un aumento alarmante de la guerrilla y grupos ilegales, lo que resulta en mayor violencia e inseguridad. Las concesiones al Eln, disidencias, Clan del Golfo, de narcotraficantes, generaron aumento en lugar de la esperada pacificación, que vendió el gobierno del Cambio. Se equivoca si tercamente insiste en las negociaciones, en los ceses al fuego sin límites ni exigencias drásticas.
Con este desalentador panorama, ante el aumento de la presión de mandatarios y autoridades regionales y locales, y la acción de la comunidad internacional, ojalá el gobierno escuche, por fin, propuestas, atienda alternativas y pegue un timonazo para volver a soñar vivir en una Colombia en paz, con seguridad, esperanza y alegría. No queremos retroceder más al oscuro pasado, al caos total.
Posdata: Como lo expresamos personalmente, total solidaridad con la familia de Álvaro Losada Vega, víctima de lo dicho antes, secuestrado huilense.