Lo que esta pasando desde hace tiempo en el Partido Conservador de Colombia, habla de la crisis de principios que están viviendo varios partidos políticos en Colombia, en América Latina y el mundo. Pero, además, de la equivocada actitud de algunos políticos que están acabando con esa profesión, con la poca confianza de los ciudadanos en ellos y con la credibilidad, que tanto se requiere al momento de liderar y gobernar.
Ver esto en un partido de tanta tradición es lamentable. Creo que, Mariano Ospina y José Eusebio Caro, sus fundares en 1849, nunca pensaron que este partido se prestara para tanto manoseo, gracias a que algunos de sus dirigentes sacrifican principios y liderazgos por puestos y burocracia.
Ospina y Caro, nunca imaginaron que el descaro de su partido los llevara a hacer alianzas con la izquierda colombiana. Es más, ¿qué estaría pensando, el expresidente Misael Pastrana? Él, que en su momento llamó a la oposición reflexiva, durante el gobierno Barco, argumentando que, por principios, el Partido Conservador no podría ser, ni sería parte de un gobierno con pensamiento distinto y que esos principios no se cambiaban por puestos o contratos. Ningún conservador fue parte de ese gobierno. Tiempos en los que la palabra y la honra eran más importantes que la plata y los votos.
Este partido se des-Caro, los principios de Caro y Ospina se los `pasan por la galleta´. Durante años apoyaron diferentes gobiernos o aspiraciones presidenciales, buscando poder. Hoy vemos conservadores aspirando en las filas del Centro Democrático, de Cambio Radical y del Nuevo liberalismos; estos últimos de origen liberal. ¡válgame Dios! El expresidente Andrés Pastrana decidió desempolvar su Nueva Fuerza Democrática, antes de seguir en el Partido Conservador y Enrique Gómez, prefirió rescatar el movimiento de su padre para aspirar a la presidencia. Los dos conservadores de cuna y pensamiento. Es más, para no ir más lejos, en el Huila vemos conservadores que apoyan a candidatos liberales, solo por atajar aspiraciones conservadoras, y ganar puestos o poder.
El último des-Caro, de esa colectividad, fue la jugada bajo la mesa de algunos de sus Representantes a la Cámara – negociados con Petro -, que generó la renuncia del Senador Efraín Cepeda a la presidencia de la colectividad. Afortunadamente recapacitaron, la renuncia no fue aceptada y la cordura afortunadamente se recupero.
Algunos pensarán que con esto se subsanan los errores del pasado, pero no. Necesitan mostrar más liderazgo y menos clientelismo, el daño es grande y recuperar la imagen perdida requiere de mucho más