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De tanto olvidarla desapareció, Por Sergio Younes Rincón

Colombia está fundada en el principio de la democracia, en el respeto al derecho, en los valores de libertad Colombia está fundada en el principio de la democracia, en el respeto al derecho, en los valores de libertad y soberanía popular. Pero en la práctica lamentablemente esto no se aplica. Ni tenemos democracia, ni tenemos soberanía popular, ni tenemos derecho, ni somos libres. Vivimos en el caos, en el miedo y en la arbitrariedad. Las costumbres políticas y la cultura ciudadana no expresan eso, así esté consagrado en la Constitución. Ni gran parte de los políticos ni de los ciudadanos están convencidos de que lo más importante en nuestro proyecto de nación es organizarnos y comportarnos dentro de una corriente de valores éticos y de ritos sociales y de instituciones fruto de consensos y de convicciones colectivas. A los colombianos de esta época nos supone un desafío inmenso el atraso político y el abuso en el que discurre nuestra vida. Sobre todo porque se atropella todos los días la democracia desde el poder. Nos toca entonces revelarnos en paz pero con decisión ante esta situación de atraso. Estamos obligados a reaccionar por la dignidad de la historia y la dignidad propia. Resistencia civil dentro de la Constitución. Organización civil para cambiar la política, controlar los gobiernos y hacer la democracia de verdad. Eso es lo que toca. El desprecio por lo público es desprecio por la nación, por qué no decir ignorancia, falta de patriotismo. Y se paga caro. Cualquiera que mire el escenario de esta patria en llamas se da cuenta de ello. Hace unos días estuve en una reunión con periodistas, artistas, dirigentes políticos y gremiales en la que se intentaba imaginar caminos de salida a la crisis regional en la que recibimos al Huila. La realidad es un tanto dramática. Estremece. Salir del atolladero no va a ser fácil. La conclusión sigue siendo la misma: si los ciudadanos no quieren militar en las tropas que se destrozan en la ferocidad de la guerra, tienen que militar en la política, hacer la política, una actividad desconocida para la Colombia de los últimos tiempos. No queda más remedio que seguir en la formación de organizaciones que aglutinen a la sociedad e intenten abrir caminos con la razón y la participación. Que encaucen la opinión. Entre las dificultades habrá que hacer trocha hasta que se salga al otro lado. Reunirse, organizarse, actuar por unos ideales que se refieran a la vida en sociedad, es hacer política para no tener que sufrir la guerra. Las circunstancias no dan espera. Hay que reinventar la política, pues de tanto olvidarla, desapareció.