La respuesta al título de la columna, acudiendo a la cruda realidad es: “casi nada”. La naturaleza ha sido generosa con nuestro departamento. Lo ha dotado de hermosos paisajes (cerro Neiva- Balsillas-Cascadas y cerros de Nátaga- Caja de Agua- San Agustín-Isnos- Alto de los Ídolos, Desierto de la Tatacoa, entre otros). Agreguemos los centros cafeteros de Gigante- Bruselas con excelente clima, flora y fauna. Así mismo, el Páramo de Miraflores en Gigante, y la “joya de la corona” = río Magdalena con su isla natural a las goteras de Neiva.
Dos cosas analizan los turistas para realizar su visita: Una, las vías de comunicación; la otra, la seguridad. La realidad es que ninguna de las dos se da. Vías: Desde la presidencia de Santos, se incluyó dentro del Plan de Desarrollo cuatrienal la doble calzada Espinal- Neiva-Pitalito- Santana= engaño: la doble calzada viene hasta Saldaña, luego sigue una sola calzada con el llamativo de “corredor vial” (mejoramiento de la vía existente). Continúa doble calzada-Aipe- Neiva- Campoalegre. De ahí en adelante “corredor vial” hasta Pitalito- Mocoa con las variantes de Hobo- Gigante. Se incluye el “viaducto” Pericongo y algunas obras adicionales, con el agregado que los propios huilenses interpusieron acciones populares (¿qué celios?) dirigidas a que se conservaran los árboles que tienen más de cien años (Trapichito-Pericongo). Qué decir de las vías secundarias a cargo del departamento: Neiva-Villavieja-Desierto- Yaguará-Pitalito- San Agustín-Isnos-corredor turístico. Y qué de las vías terciarias (las que van a las veredas y centros poblados de los municipios), completamente abandonadas.
En cuanto a seguridad, dan “ganas de llorar”: Atracadores, asaltantes y bandidos por toda la geografía del departamento. El Gobernador y el Alcalde de Neiva prefieren invertir, (?) más de cuarenta mil millones de pesos para remodelar el Estadio de Futbol para complacer unos pocos, cuando un buen gerente con visión administrativa-económica y social, lo que debe es buscar los medios económicos dirigidas a realizar las obras prioritarias que permitan el despegue, para nuestro tema, del turismo, actividad que, a más de generar despegue comercial, permite una gran empleabilidad.
Es cierto que para realizar obras de envergadura turística se requiere de un gran capital. Este obstáculo se supera con la constitución de sociedades Público-Privadas (P y P) cuyo objeto sería la construcción de escenarios acordes con el entorno natural en donde se construyan. El Parque “Chicamocha” con grandes escenarios de deporte extremo e igualmente de sencillos (caminatas- senderismo-cabalgatas etc.), se construyó, gracias a la unión con el sector privado (Cámara de Co. de Santander + Gobernación=sector privado + público). Lo visitan anualmente, un poco más de cuatro millones de personas.
El terreno o área en donde se levantó este complejo turístico es sumamente escarpado. Nosotros no tenemos “Chicamocha” pero tenemos uno mejor con espléndida naturaleza, mirador, avistamiento de aves, de fácil acceso:” Cerro Neiva” y agreguemos en Gigante: “El páramo de Miraflores”. Qué bueno que el gobierno departamental y municipal invitaran a empresarios con visión futurista como el ing. Olave para constituir una gran empresa y, primeramente, miraran el río Magdalena.