Por: El Espectador
El diario huilense, que cumple 23 años este jueves, es una de las 15 empresas del Grupo JOM Internacional, dirigido por él.
¿Por qué fundó el periódico “La Nación”?
A la región le hacía falta un medio que generara opinión, informara de todos los temas y prestara un servicio a la comunidad. Era el momento de decir qué estaba pasando en Huila, el lugar donde nací.
¿Esa fue su manera de fortalecer el periodismo regional?
Sí. El periodismo regional es muy importante, porque está inmerso en la comunidad y cuenta las historias desde ese lugar. En el país hay que apostar por esos medios.
¿Cuál fue su primer trabajo?
Vendía mamoncillos y voceaba El Espectador los domingos en el atrio de la iglesia colonial. Con lo que me ganaba, pagué mi bachillerato en el Colegio Salesiano, porque mi familia no tenía la forma de darme el estudio y yo quería estudiar.
¿Cómo compró su primera empresa?
Era mensajero de una empresa llamada Everfit. Trabajaba mucho y ahorraba todo el dinero que podía, hasta que la compré. Pero me descuidé, abandoné el negoció y caí en la quiebra.
¿Se enorgullece de haber estado en la quiebra?
Sí, eso es algo digno de contar, porque estuve en la quiebra y pude recuperarme. No es malo llegar a esa situación, lo malo es quedarse quieto, no hacer nada para cambiar esa realidad. Estuve en la bancarrota y eso me permitió lograr lo que tengo hoy.
¿Cómo recuperó la estabilidad económica?
Me vine para Bogotá y empecé a vender cursos de inglés de una empresa argentina. Hice lo mismo: trabajar mucho y ahorrar, hasta que compré los derechos de los programas de inglés en el país y así fue creciendo el negocio.
Después compró más empresas y consolidó su grupo económico. ¿Soñaba que eso pasaría?
Sí, lo soñaba. Sabía que lo lograría, aunque a veces dudaba de que llegaría a algo tan grande como lo que tengo hoy. Siempre tuve en la mente ser el número uno. La actitud mental positiva es la ciencia del éxito; debemos creer para ver.
Su negocio está en los programas de inglés y de lectura rápida. ¿Ha hecho sus cursos?
Los he comenzado, pero no los he terminado. Son cosas importantes y muy útiles, pero a veces, en medio de las ocupaciones y de la escritura de mis libros, no me da. El tiempo es algo irreemplazable.
¿Cuál ha sido la clave para consolidar sus empresas y pasar de ser vendedor a gerente?
La actitud positiva es la clave siempre. Uno debe ver los problemas como algo pequeño, porque si los ve grandes, será más difícil resolverlos. El éxito depende de uno. Hay que ser muy estricto, pero humano, buena persona.
¿Cómo se define?
Soy Jesús Oviedo, amigo de todo el mundo, compañero de trabajo de todos, no el presidente de una organización. Los cargos están mandados a recoger. Es momento de pensar en el trabajo en equipo y reconocer lo bueno de los demás.
Uno de los principios de su empresa dice “tantas cosas buenas que faltan por hacer”. ¿A usted qué le falta hacer?
Hacer a más personas felices, darles más y mostrarles el camino de la grandeza. Esa es una misión que nunca acaba.