Saludable debate el que ha provocado el presidente de la Cámara de Representantes, Simón Gaviria en torno a la inequidad con la que ya se está aplicando el nuevo método de distribución de las regalías mineras en el país, el que el ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry denominó la repartición de la mermelada por toda la tostada nacional. Saludable debate el que ha provocado el presidente de la Cámara de Representantes, Simón Gaviria en torno a la inequidad con la que ya se está aplicando el nuevo método de distribución de las regalías mineras en el país, el que el ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry denominó la repartición de la mermelada por toda la tostada nacional. Y ha sido justamente un congresista elegido por la capital del país y no uno de las regiones más afectadas, como el Huila, el que ha tomado el toro por los cuernos con el fin de promover sustanciales cambios a la reforma misma, con el fin de que esa mermelada sí se esparza proporcionalmente y no de acuerdo con enrevesados conceptos y teorías técnicas de burócratas, desde sus pulcras oficinas en Bogotá. Ha dicho el joven presidente de la Cámara que las regalías directas en proporción deben aumentar más, que se debería proponer la descentralización y la proporción de regalías directas que deben recibir los municipios, y que ha habido engaño puesto que, cuando se estaba dando el debate, a muchos congresistas les dijeron que su región iba a recibir tanto o más con el nuevo esquema de regalías. Lo que no mencionaron fue que todo se iba a hacer desde Bogotá. Gaviria señala que, al parecer se van a repetir los errores que se cometieron en materia de ola invernal, en la que la plata no se ha ejecutado por los complicados métodos de distribución que se adoptaron. Y con un ejemplo que bien se puede aplicar en el Huila, dice Gaviria que en La Guajira está ocurriendo un fenómeno muy grave, y es que los niños se quedaron sin alimentación y sin transporte debido a la manera como se ha ido implementando este esquema. En todo el país se presentarán repercusiones de este formato tan centralizado, en el que todo se maneja desde Bogotá y no hay ningún concepto de eficiencia. Bien valdría que nuestros honorables senadores y representantes recarguen energías y vuelvan a la carga para exigir claridad, proporcionalidad, justicia y equidad en este asunto en el que, como bien queda expresado, ya hay perjudicados inmediatos. Y no son éstos los congresistas, alcaldes o gobernadores: son miles de niños y personas de las condiciones más pobres quienes se han quedado sin auxilios ni apoyos que habían mejorando sustancialmente su nivel de vida. Un pequeño que debe caminar horas para ir a su escuela, en lugar de contar con transporte motorizado, o apenas toma aguadepanela en lugar de un desayuno nutritivo, ese niño no es la expresión del Estado Social de Derecho que tiene el país desde hace 20 años. Y buena parte de esos programas, si no todos en las regiones, se estaban financiando suficientemente con recursos de lasa regalías. La actitud del presidente de la Cámara demuestra que la pelea legislativa e institucional sobre el tema apenas comienza. Que se sumen nuestros dirigentes. “…al parecer se van a repetir los errores que se cometieron en materia de ola invernal, en la que la plata no se ha ejecutado por los complicados métodos de distribución que se adoptaron”. EDITORIALITO La Electrificadora del Huila sigue en la capilla según lo confirmó a LA NACIÓN el ministro de Minas Maurcio Cárdenas. La venta es un hecho. Lo que no está definido es el cronograma. ¿Estamos preparados para la nueva privatización?