No se puede negar que en nuestros tiempos, la medicina ha tenido un desarrollo científico sin precedentes. Hemos pasado de técnicas rudimentarias al desarrollo de métodos de diagnóstico y tratamiento de cada vez más novedosos. Las posibilidades de sobrevivencia ante condiciones consideradas mortales son cada vez mayores, sin embargo, el trato ofrecido en algunos centros de atención hospitalaria y por ciertos profesionales de la salud, presenta una vergonzosa deshumanización.
Esta deshumanización que afecta a los pacientes y sus familiares, tiene que ver con el aplazamiento arbitrario de sus consultas, con un trato indiferente, hostil o déspota, con la estigmatización e identificación de los pacientes por la patología, número de la cama o historia clínica, con la entrega de medicamentos que no combaten la enfermedad o la compra de su propio bolsillo, de medicamentos que se encuentran fuera del POS. Impidiendo el acceso a un servicio digno, una atención en salud oportuna y de calidad.
Algunos profesionales de salud se enfocan tanto en su crecimiento económico, que olvidan que deben demostrarse más solidarios, respetuosos y comprensivos con pacientes y los familiares de estos. Ciertas instalaciones en los que se atiende la salud, carecen de comodidades y espacios que permitan a los acompañantes de los pacientes pasar una noche en condiciones dignas, muchos se ven obligados a dormir en el piso, tener que traer elementos para el baño de sus familiares, porque no se cuenta ni siquiera con un calentador de agua que permita a las personas de tercera edad bañarse, sin sufrir los rigores del agua fría.
Con frecuencia se trasgrede la intimidad y la privacidad de los pacientes, las áreas de trabajo son ruidosas, impiden el reposo y la tranquilidad de los enfermos. Algunos profesionales del área de la salud cansados por las jornadas de trabajo, tratan a los más vulnerables con despotismo, les hablan con autoritarismo, como si les estuvieran regañando o juzgando, en lugar de servir como apoyo ante la necesidad que estos tienen de sus servicios y la obligación de los mismos de atenderlos.
La deshumanización, es un problema de relación entre seres humanos que debe ser visto en forma integral para ser entendido y atendido sin mayor espera. Los profesionales de la salud no deben perder su propia humanidad, tener claro qué tipo de personas son, qué tipo de seres humanos desean ser y cómo desean ser vistos por los demás.