FERNANDO POLO/LN
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El problema del microtráfico de estupefacientes en el Huila y el país en general se ha extendido tanto que ya ni las aulas de clase de las escuelas y colegios se salvan del acecho de los jíbaros, esperando la oportunidad para reclutar adolescentes posibles consumidores, que una vez están en la dependencia los convierte en piezas claves para la distribución de las sustancias psicoactivas.
El Huila no es ajeno a este flagelo que azota especialmente la población de adolescentes y jóvenes. Para ello la Policía Huila en asocio con la Gobernación están desarrollando el programa de prevención frente a la producción, tráfico, distribución, comercialización y consumo de sustancias psicoactivas, que busca advertir a los estudiantes sobre los peligros que implica caer en las redes de los microtraficantes de alucinógenos.
En las charlas que tienen los policías con los muchachos, les cuentan experiencias, los ilustran sobre los peligros del consumo, su dependencia y de los peligros a los que se enfrentan ante las autoridades si llegan a formar parte de las redes que manejan el negocio del microtráfico en las escuelas y colegios.
Asimismo sus padres también son enterados de la responsabilidad que les incumbe si obligan a sus hijos a entrar en estos negocios.
Cuando los niños y adolescentes terminan de recibir la formación que imparte la Policía del grupo de Prevención de la Dirección de Antinarcóticos, les dan un diplomada en donde consta que los pequeños asistieron a las charlas y conocen los peligros de las sustancias psicoactivas, para evitar que caigan en el consumo.
“A través del programa escolarizado de prevención frente a la producción, tráfico, distribución, comercialización y consumo de sustancias psicoactivas, se busca reducir la drogadicción en las instituciones educativas. En un programa conjunto entre la Gobernación del Huila y la Policía Nacional, a través del grupo de Prevención de la Dirección de Antinarcóticos”, expresó la secretaria de Gobierno Departamental, Liliana Vásquez Sandoval, coordinadora del programa.
Quien agregó que “con esta iniciativa, se busca llegar a las instituciones educativas como estrategia de prevención y educación ciudadana para fortalecer la convivencia en el entorno escolar”.
Las autoridades además de atacar el microtráfico en las escuelas, también buscan a través del programa mejorar la convivencia entre las mismas familias y la comunidad, que son las primeras afectadas cuando un joven cae en las redes del vicio.
“Por ello este trabajo articulado entre la Gobernación del Huila y la Policía es muy importante para nuestros jóvenes, porque permite generar en la población factores protectores, prevenir comportamientos negativos que afectan la convivencia y generar ambientes seguros”, señaló Vásquez Sandoval.
A los municipios a los que ha llegado el programa ha sido bien recibido por la comunidad, como lo reconocen los mismo profesores que incluso han notado cambios en el comportamiento de sus alumnos.
“El programa es muy bueno porque le muestra a los niños y adolescentes el peligro de las drogas, les abre los ojos sobre el problema al que se enfrentan los que se deciden por el camino ilegal del narcotráfico y les crea conciencia, eso hace que los comportamientos cambien inclusive en las relaciones familiares, porque muchos padres no saben a lo que se exponen sus hijos cuando salen de la escuela”, dijo el educador, Arturo Serrano.
TRABAJO EN CONJUNTO
El trabajo para poder obtener los resultados que hoy muestran las autoridades ha sido en conjunto, entre Policía, Gobernación, profesores y comunidad, como lo reconoce el mismo comandante de la Policía Huila, coronel Óscar Pinzón.
“Lo primero que se hizo fue censar a todos los colegios y escuelas, públicos y privados. Luego priorizamos cuales de esos tenían quejas o denuncias por consumo de drogas al interior o al exterior de los mismos. Una vez los focalizamos por las llamadas de rectores o profesores empezamos a trabajar con el Grupo de Antinarcóticos de la Policía, el Dare, Infancia y Adolescencia y con los fiscales de responsabilidad penal, todos nos articulamos para enfrentar la situación”, expresó el coronel Óscar Pinzón.
Debido a la acogida de programa varios jóvenes que no creían tener otra salida que la cárcel o la calle para enfrentar su problema con los narcóticos, lograron regenerarse y hoy colaboran con las autoridades para enfrentar el problema y evitar que otros jóvenes caigan en el problema del que ellos lograron salir.
“Del programa se ha desprendido que ahora hay una serie de jóvenes en un programa de resocialización que han mostrado un comportamiento diferente al que tenían. Muchos de estos jóvenes pasaron a dar información para el tema de responsabilidad penal y gracias a ello este año se han hecho una cantidad de capturas bien importante de personas que en este momento están con procesos judiciales respondiendo por el tema del microtráfico”, destacó el comandante de la Policía Huila.
Otro de los aspectos a destacar del programa, es que está logrando atacar la instrumentalización que estaban haciendo de los jóvenes los expendedores de alucinógenos.
“La situación más delicada era la instrumentalización que estaban haciendo de nuestros jóvenes, algunos de ellos habían sido alumnos de estos colegios o motivados por padre, amigos y compañeros terminaban ingresando a los colegios el estupefaciente y se convertían en el punto de venta”, señaló el coronel Pinzón.
Gracias a la colaboración de los muchachos que se están rehabilitando se ha logrado atacar las estructuras del microtráfico en escuelas y colegios de municipios como Garzón, Pitalito, La Plata y Campoalegre, donde la amenaza del consumo de alucinógenos para los adolescentes es constante.
El seguimiento es una de las partes más importantes del programa, por ello una vez se hace la campaña en un colegio, a los dos o tres meses regresan las autoridades para ver si mejoró el comportamiento.
“No es solamente iniciar unas campañas sino saber qué ha pasado con el comportamiento de los jóvenes, por eso después de un periodo de dos o tres meses regresamos al plantel y hacemos requisas autorizadas por los rectores y las autoridades que ejercen la veeduría y verificamos si disminuyeron las quejas, si aumentaron y en general cual ha sido el comportamiento. Eso nos ha permitido establecer que en muchos colegios se ha mostrado una cara diferente, sin desconocer que los bandidos siguen allí atentos porque lo que les interesa a ellos es que la comercialización siga, pero para evitar esa situación es que seguimos trabajando con los profesores, alumnos y comunidad en general”, concluyó el coronel Pinzón.
IMPACTO DEL PROGRAMA
El programa ha impactado a 46.513 personas entre estudiantes, docentes y padres de familia. Se han visitado alrededor de 218 instituciones educativas.
Hasta el momento, los municipios beneficiados con este programa son Rivera, Palermo, El Agrado, El Pital, Suaza, Paicol, Saladoblanco, San Agustín, Oporapa, Gigante, Algeciras, Baraya y Pitalito, se busca llegar a los 37 municipios del departamento para que la problemática del consumo en las aulas de clase disminuya.
Este programa está articulado también con otros que desarrolla el Gobierno Departamental en su búsqueda de erradicar el consumo de sustancias psicoactivas en los jóvenes, como: “No te madures viche, jóvenes para la vida”, que ataca otros problemas que padecen los jóvenes.
“Estas actividades se enfocan en seis eventos críticos que requieren de atención prioritaria en los jóvenes huilenses, como son: consumo de sustancias psicoactivas, intento de suicidio, suicidio, violencias, apego a la legalidad y embarazo precoz”, aseguró Federico Barreto, coordinador departamental del programa.