El reciente informe de este diario sobre el abandono del Centro Recreacional Manila en Garzón, un excelente lugar de recreación y esparcimiento no solo para los garzoneños sino para los huilenses del centro del departamento y los caqueteños, es un mentís a los propósitos de convertir al Huila en destino turístico de importancia nacional e internacional y una demostración más de que aún no hemos traducido la Agenda Interna de Productividad y Competitividad en una práctica cotidiana para construirla en el largo plazo. Duele ver este esfuerzo de ofrecer recreación y esparcimiento promovido por el ex gobernador Jaime Bravo Motta y sostenido por varios años como un excelente sitio de reuniones, centro de convenciones y sano esparcimiento convertido en un moribundo inmueble como tantos otros que nos hacen quedar muy mal como realizadores e impulsadores de progreso como siempre aspiramos a que nos vean y perciban para superar muchos estigmas que tanto daño nos han hecho. El problema es que con frecuencia caemos en estas contradicciones en muchos campos y en vez de alejar estos fantasmas convivimos con ellos. Específicamente hablando de turismo, seguimos perdiendo una oportunidad de oro al posicionar las ofertas de naturaleza y cultura como turismo ecológico y cultural alternativo del tradicional turismo de sol y playa, una perspectiva única que veía el país en la década de los sesenta y setenta del siglo pasado y que llevaba siempre a un costeño del caribe a la dirección nacional de turismo. Pero estas opciones, en las que el Huila tiene mucho que jugar como que tiene a San Agustín, a La Tatacoa, nevado y otros parques naturales, gastronomía y rica historia y hermosos parajes exige inversión acorde con los alcances que se plantearon en la Agenda Interna. Mi amigo el alcalde Delio González se ha apresurado a comprometerse con la recuperación del centro recreacional Manila. Ojalá lo cumpla pero ya se ha hecho una muestra negativa de lo que pensamos en materia de atracción de visitantes que siempre estimulan la corriente económica local y regional. Hay otros casos pero como se dice, “un botón basta de muestra. Los demás a la camisa”.