Hoy, como cada 30 de septiembre se conmemora en el país el Día del Ganadero, una fecha especial para resaltar la labor que a diario realiza este gremio lleno de trabajadores incansables.
En el marco de la celebración del Día Nacional del Ganadero, el Diario LA NACIÓN hace un reconocimiento a todas las personas que ejercen esta labor en Colombia siendo loable su trabajo beneficiando y generando desarrollo en las economías.
Para el caso del departamento del Huila, la ganadería es de doble propósito dedicada fundamentalmente en la producción de leche siendo el 80%, pequeños productores con menos de 100 cabezas de ganado.
En los 37 municipios del Huila hay presencia de ganadería, sin embargo, de acuerdo al censo bovino, sobresalen Palermo, Aipe, Neiva y Pitalito.
Según Luceny Muñoz, directora ejecutiva del Comité de Ganaderos del Huila, en el último ciclo de vacunación del 2020 el departamento cuenta con 17.884 predios dedicados a la ganadería que corresponde en bovinos a 47.609 cabezas.
De acuerdo a las evaluaciones económicas del departamento, el Huila tiene una producción de leche aproximada de 340 mil litros por día y por año de 125.504.429 litros.
Mientras que, en carne, en el departamento se sacrifican 38.794.000 toneladas que en número de cabezas significa 98.522 al año, según las fuentes económicas del Huila del año 2019.
Hoja de ruta
Luceny Muñoz manifestó que los ganaderos del Huila se están encaminando a la producción de ternero de especialidad cárnica.
“Tenemos condiciones en el departamento para producir unos excelentes terneros que se van a producto terminado a territorios como Caquetá, donde se seban; y luego para sacrificio a Valle o Bogotá. Huila debe seguir creciendo en ganadería siendo muy eficientes en la producción de leche, pero también a sacar excelentes terneros para que más adelante tengan una mejor valoración”.
“El panorama y la dinámica del sector es buena, nos falta mucho por hacer, pero vamos por buen camino”, añadió Luceny Muñoz.
La ganadería del futuro es aquella sostenible que se basa en tres componentes fundamentales, que en palabras de Luceny Muñoz, significa que “tiene que ser productiva, pero, también, ambientalmente responsable”.
Es decir, que el sistema ganadero tiene que reconvertirse a ser muy amigo del medio ambiente, por lo que se han implementado sistemas silvopastoriles e incorporación de árboles dispersos en potreros.
Para la ganadería no hubo fuertes afectaciones por la pandemia; pues su producto se siguió comercializando con normalidad, excepto los primeros meses de pandemia que no tuvieron cómo transportar la producción.
Sin embargo, hoy la reactivación avanza por buen camino en la medida que mejoró la movilidad tanto de los propietarios de finca como para los trabajadores que volvieron a hacer las actividades permanentes que la finca requiere. Una de las grandes ventajas es que los precios de la leche y de la carne se han sostenido, sumado a que las condiciones ambientales este año han sido favorables.
“Hemos tenido un veranito en la zona norte que nos está afectando, pero comparado con años anteriores que ha sido muy crítico, este año hemos sido bendecidos porque el clima ha estado muy favorable”, finalizó.