El doctor Diógenes Carrera Trujillo nació en Palermo en el hogar conformado por don Valerio Carrera Perdomo y doña Dolores Trujillo. Fue hermano del doctor Arturo, Gobernador, senador y Consejero de Estado, casado con doña Silvia Carrera, unión de la cual nacieron los abogados Silvia y Álvaro Carrera, éste último, a la vez, respetable pensador político, escritor, filósofo y columnista de opinión. La vida del doctor Diógenes estuvo dedicada al servicio de la justicia. Una vez terminados sus estudios de secundaria en el Colegio Mayor del Rosario, ingresó a la facultad de derecho de la Universidad Nacional donde se recibió como Abogado, habiendo sido compañero de figuras de talla nacional como Pedro Miguel Samper y el cofundador del Diario El Siglo, José de la Vega y el doctor Jorge Gartner, ex Ministro de Gobierno del Presidente Eduardo Santos. Fue amante de las ciencias sociales y de la investigación jurídica, para lo cual contaba con surtida y excelente biblioteca. En el Juzgado Municipal del Agrado el doctor Diógenes Carrera se inició en la judicatura y luego fue titular de los circuitos de La Plata, Garzón y Neiva, para después desempeñar los cargos de Fiscal y Magistrado del Tribunal Superior por más de dieciséis años, contando entre sus colegas a juristas de la alcurnia de un Rafael Leiva Charry, Alfonso Medina, Abel Ramírez H., Efraím Rojas Trujillo, Luis R. Moncaleano y Rafael A. Cuervo. El doctor Diógenes Carrera Trujillo fue un jurista integral que dio ejemplo de pulcritud y firmeza en los cargos que ejerció y que como ciudadano fue digno exponente de la raza huilense. Era robusto, de elevada estatura, ojos claros, porte elegante, leal en la amistad, gran contertulio y de una gran sensibilidad social que le permitía gozar especialmente del aprecio de las gentes del campo a las que brindaba toda su confianza. Parte de su tiempo lo invirtió con éxito en las actividades agropecuarias y fue socio del Banco Agrícola Hipotecario, que luego fue la base de la Caja Agraria. Tenía una reconocida habilidad para los asuntos comerciales y servía como consultor a muchos de sus parientes y amigos. Murió en Neiva el 28 de diciembre de 1943, cuando aún podía dar más a su tierra y a su estirpe.