Con el apoyo de la Policía de Infancia y Adolescencia del municipio de Campoalegre, la fundación Semillitas de Luz realizó una actividad lúdica y recreativa con los niños, con el fin de que los más pequeños aprovechen de la mejor manera el tiempo libre. A su vez, 25 adultos mayores se beneficiaron con kits alimentarios.
Jhoan Sebastián Salazar
La fundación Semillitas de Luz, con el apoyo de la Policía de Infancia y Adolescencia del municipio de Campoalegre y el Banco Diocesano de Alimentos de Neiva, adelantó una actividad dirigida a los más pequeños con el fin de que aprovechen de la mejor manera el tiempo libre y no se inclinen por el camino de la delincuencia y la drogadicción.
“Nosotros realizamos actividades donde se promueve la sana convivencia, una cultura de paz, el uso adecuado del tiempo libre, el respeto por el otro, la reconstrucción e interiorización de valores, el valor por las tradiciones y la promoción de hábitos saludables”, indicó Esper Yaima, líder de la fundación Semillitas de Luz.
“La fundación apuesta cada día a contribuir a una mejor sociedad, con varios de sus programas de la niñez. Además, también tenemos el programa de adulto mayor “Vejez Activa y Saludable” donde apoyamos a 25 adultos mayores con un kit de alimentos semanalmente; estos programas vienen siendo articulados con el Banco Diocesano de Neiva”, agregó Esper.
Participación
En esta última actividad, fueron más de 100 niños del municipio de Campoalegre los que participaron en una iniciativa que tiene como gran propósito que los más pequeños adquieran herramientas que les permitan fortalecer sus proyectos de vida. Además, con el acompañamiento de la Policía, se tiene el propósito de alejarlos de la delincuencia y drogadicción.
“Buscamos que los niños y adolescentes adquieran herramientas que les permitan construir y fortalecer sus proyectos de vida en medio de la creciente problemáticas sociales asociadas a la violencia, el hurto, el asesinato a menores de edad, el consumo de sustancias psicoactivas, la violencia intrafamiliar, la deserción escolar y la falta de oportunidades en cuanto a empleo, educación y pobreza económica”, sentenció el líder de la fundación.
Reto diario
Para Esper, todo el trabajo que hace él y su equipo con los más pequeños es un reto diario, pues la labor comunitaria requiere tiempo y dedicación. “Nosotros ponemos un granito de arena con el ánimo de que los niños, niñas y adolescentes del municipio de Campoalegre orienten su vida en pro de un mejor futuro para ellos y sus familias. Así mismo creemos que la trasformación social solo es posible en la medida que somos participes de las problemáticas que aquejan a los entornos. Hace 4 años buscamos llegar a los asentamientos y barrios de mayor vulnerabilidad social, generando alternativas que permitan mejorar la calidad de vida a los niños, niñas, adolescentes y adultos mayores”, afirmó.
“Es así, como la fundación se motiva cada día e inicia una articulación con otros sectores económicos con el fin de realizar convenios con instituciones educativas, religiosas, pequeñas y medianas empresas del sector, para continuar gestionando recursos que son orientados a la población de mayor pobreza económica, estigmatización y marginación como lo son los asentamientos, invasiones, y algunos barrios y zona del área rural”, complementó.
Agradecimiento
Finalmente, Esper aprovechó la oportunidad para agradecer a todas las personas que creen en el proyecto de la fundación, pues gracias a ellos es que muchos niños se han visto beneficiados con estos programas que tienen como fin alejarlos del camino equivocado.
“Hoy agradecemos a todas las personas que continuamente ha creído en este proyecto, se cumplen cuatro años de emprender una labor social al servicio de todos, una entidad sin ánimo de lucro con compromiso social, que busca promover el desarrollo integral en la población infantil, generar espacios de participación en los adolescentes y cuidar los legados y saberes de los adultos mayores”, finalizó.