Así son las competencias que le gustan al gobernador Rodrigo Villalba. Aunque la carrera se torna aburrida, Villalba se asegura de que el caballo sea de su propiedad y si es necesario hasta los dos burros para asegurar su victoria.
Esta práctica de los dos burros y el caballo para conformar la terna de donde se escoge el rector de la Universidad Surcolombiana, es la que de nuevo quiere imponer el villalbismo para quedarse otros 4 años con la Institución. La Universidad no aguanta más. El clan Villalba ha desangrado a la Usco y permitir su continuidad es sacrificar el desarrollo institucional y eliminar la única posibilidad de formación para los jóvenes del Huila.
Para intentar hacerle frente a la situación, en los próximos días presentaré un proyecto de acuerdo al Consejo Superior Universitario donde propongo – la eliminación de la terna, para que los aspirantes no dependan de componendas políticas; – requisitos más altos para impedir que politiqueros se adueñen de la Universidad y la conviertan en una alcaldía de pueblo; – y el cambio del voto ponderado para intentar acortar la desproporción que existe entre el peso del voto de los docentes en relación con los estudiantes.
La escogencia de una terna sin criterios se ha convertido en el acto más corrupto y cuestionado en la Usco. Este mecanismo arbitrario y excluyente debe terminar para dar paso a una elección abierta con aspirantes que solamente deban cumplir los requisitos; luego someterse a la voluntad de la comunidad académica.
En cuanto a los requisitos y calidades para ser rector, la propuesta es la siguiente: Pasar la experiencia académica de 5 a 8 años. En cuanto a la experiencia directiva, pasaríamos de pedir 3 años en cargos del nivel directivo a exigir 5 años de experiencia administrativa en cargos del nivel directivo y asesor, de los cuales mínimo 3 deben ser en instituciones de educación superior. Adicionalmente, pasaríamos a exigir como mínimo título de maestría y no de especialización como ocurre en la actualidad.
Dentro del actual mecanismo de elección de rector, existe otra gran injusticia. Luego de hacer un ejercicio matemático el sistema nos arroja como conclusión que un voto de un docente de tiempo completo de la universidad equivale a cerca de 40 votos de estudiantes. Para muchos hoy es mejor dedicarse a convencer un (1) docente que 40 estudiantes.
La propuesta inicial sería acortar la desigualdad y que el ponderado deje de ser 45% docentes, 45% estudiantes y 10% egresados para llegar ahora a un 40% docentes, 50% estudiantes y 10% egresados. Aún con esta propuesta el peso del voto de los docentes sigue siendo superior, pero nos movemos en la dirección correcta. Invito a la Comunidad Académica a movilizarse y aportar a la discusión. Nuestra Usco, la de nuestros hijos, nos necesita.