La Nación
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Dos mujeres y una vaca

Por invitación de la Cámara de Comercio de Neiva tuve la oportunidad de concurrir a la presentación de la interesante película que desnuda la realidad del campesino colombiano. Este filme titulado ‘Dos mujeres y una vaca’, me generó sorpresa ya que fue grabado 100 por ciento en paisajes y exteriores huilenses, como Campoalegre, Aipe, el río Baché y el Desierto de la Tatacoa, con protagonistas de talla nacional, bajo la producción de Chepe Calderón y María José Posada.

El guionista y director Efraín Bahamón Peña, de raíces huilenses, ganó el premio a “Mejor Película colombiana” en el festival de Nueva York 2015 con esta historia, donde muestra como dos campesinas que no sabían leer ni escribir, una de ellas embarazada y otra de la tercera edad reciben una carta de un ser cercano de quienes no han tenido noticias en meses, pero que pese sus limitaciones, emprenden un viaje al lado de su incondicional vaca Corina para buscar alguien que le lea el escrito.  En su camino, en medio de mucha precariedad, se encuentran con el fenómeno del conflicto armado interno y el desplazamiento, viviendo a su paso una huida, donde nos atrapará y nos hará reflexionar sobre el drama que vivimos en nuestro país.

¡Esta es la realidad! La Agencia de la ONU para los refugiados, reveló que, en Colombia en los dos últimos meses de este año, más de 6.000 personas han huido de sus hogares para escapar de los enfrentamientos entre grupos ilegales que luchan por el control territorial de la región. Ahora bien, cavilando sobre las recientes propuestas de ciertos sectores políticos que hacen el llamado a una “resistencia civil”, los invitaría a ver esta buena película y detenerse por un momento, para que iniciemos una caminata de la esperanza, cuyo punto de partida ha sido más de 50 años la violencia, que ha puesto la penosa cifra de 220.000 muertos, minas antipersonas, la desaparición, el reclutamiento y el desplazamiento forzado, pero que estamos cerca de culminarla con la firma de la paz, somos muchos que no queremos más ser una generación de guerra, el anhelo es hacer parte de una nueva era de paz.