Realmente preocupante la más reciente medición de imagen positiva y popularidad del presidente Juan Manuel Santos, ubicándolo con uno de los indicadores más bajos que haya tenido mandatario alguno en las últimas décadas, quizá con la sola excepción de Andrés Pastrana en el peor momento de la zona de despeje del Caguán.
Apenas el 21 por ciento de los encuestados por la firma Invame-Gallup tiene imagen favorable del Primer Mandatario, incluso siendo superado por el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro. Indica esto que apenas uno de cada cinco colombianos, promedio de la encuesta, cree que el Presidente está haciendo bien las cosas.
La imagen desfavorable de Santos pasó de 44% en el mes de junio a 72% en agosto, en tanto que la de Petro bajó de 65% a 60%, según el último informe bimestral de la encuestadora.
Los analistas consideran que estos bajísimos resultados de Santos se podrían explicar por dos fenómenos coyunturales y de alto impacto: uno, la protesta de los agricultores, que muchos señalan como pésima estrategia presidencial el desconocerlos al comienzo y luego tratar de minimizarlos con una desafortunada frase, la de que “el tal paro nacional no existe”. Y los complejos manejos del proceso de paz con las Farc en La Habana mientras acá se producen sucesivos y terribles ataques, con dolorosos resultados para la Fuerza Pública y los civiles.
Pero lo más grave del momento nacional es que el 82% de encuestados cree que las cosas en el país están empeorando, en tanto que la forma como el mandatario está manejando la economía se calificó con un 77% de negatividad, y el control del costo de vida va en el 81% de desfavorabilidad. Y como si fuese poco, el 81% de los colombianos encuestados piensa que Santos no apoya al campo.
En todo caso sí es pertinente señalar que los sondeos se hicieron justamente en medio del fragor de las protestas campesinas, y de los daños de alto impacto registrados en Bogotá, ciudad en la que se encuestó el más alto número de ciudadanos. La coincidencia de esto evidentemente amplió el espacio negativo puesto que tomó a los colombianos en un pésimo momento, lo que encierra un cierto sesgo.
Enorme esfuerzo deberá hacer Santos si, como es de esperarse, quiere recuperar la confianza del país y en esta línea no bastará, ni ayudará mayor cosa, una crisis ministerial como la que se produjo el fin de semana, a la cual los colombianos poca o ninguna atención prestaron; los resultados de La Habana serán un termómetro también, que se moverá hacia arriba o hacia abajo dependiendo de sus alcances pero lo más relevante será, creemos, enderezar la economía nacional maltrecha tanto por el efecto de las movilizaciones campesinas como por la caída de la industria y el mismo ambiente pesimista que reina en diversos sectores. Con seguridad, el jefe del Estado sabrá sortear este duro trance, y, como lo advirtió convertirá la crisis en una oportunidad para recuperarse. Y el primer reto, será recomponer su equipo y acercarse más a las regiones. El Huila sigue huérfano, esperando una adecuada representación.
“El Huila sigue huérfano, esperando una adecuada representación”.
Editorialito
La Corte Suprema de Justicia designó al abogado huilense Eyder Patiño Cabrera, como uno de los cinco nuevos magistrados. El profesional, nacido en Campoalegre, se ha hecho a pulso y ha conquistado un destacado espacio en la Rama Judicial por su dedicación y ejemplar desempeño. El Huila recupera otro espacio en el alto tribunal, que dejó el ex magistrado Yesid Ramírez Bastidas.
